El lado más personal de Ramírez
El técnico se confiesa en una entrevista con el equipo Genuine, en la que afirma que “gracias a los chicos de Mareo, este año se ha sostenido el equipo”.
Miguel Ángel Ramírez fue el protagonista del programa La Tribuna que presentan los jugadores del Sporting Genuine, donde ofreció su lado más personal, habló de su trayectoria y su experiencia vital, y donde destacó el papel de la cantera en sus primeros meses como entrenador del Sporting. “Gracias a los chicos de Mareo, este año se ha sostenido el equipo”, afirmó el técnico canario.
“Conozco a la generación más inmediata, el filial y el Juvenil A. Gracias a los chicos de Mareo este año se ha sostenido el equipo. Es una suerte que tiene este club y hay que cuidarlo. Tienen la puerta abierta del primer equipo”, comentó Ramírez.
El entrenador del Sporting insistió una vez más en lo feliz que se siente en Gijón, donde dice que “he encontrado mucha gente que me respeta”. Según él, la Villa de Jovellanos “es una una ciudad perfecta porque es cómoda, hay poco tráfico y se come muy bien, que es algo de lo que disfruto mucho”.
Su vinculación con el fútbol es de toda la vida. Por eso tiene fresco en la memoria cuando, “con 2 ó 3 años me hicieron una foto con un balón bajo el brazo para ir a jugar a la plaza del pueblo con la camiseta de Argentina y el 10 de Maradona”. Pero no todo ha sido fútbol en su vida porque tiene la carrera de Magisterio, “que aplico día a día”, dice.
“Los entrenamientos son como una clase. Ayer el Pichu (Cuéllar) me decía que estaba aprendiendo mucho, que ir a entrenar era como ir a una clase y aprendes cosas. Es muy parecido a ir a clase; al fin y al cabo es un aprendizaje”, indicó.
Olabe y Ecuador
Pero en el fútbol ha tenido un maestro. “Del entrenador que he aprendido es de Roberto Olabe”, recordó Ramírez. “Él me enseñó el juego, cómo entrenar y preparar una tarea, y su impacto para que los jugadores aprendan”, añadió.
Por su parte, Moisés Caicedo es el jugador que más le sorprendió de cuantos ha tenido a sus órdenes. “Lo tuve en Independiente del Valle y de él pensé que podría llegar allá donde él quiera”, apuntó.
De todos los países en los que ha estado (Qatar, Ecuador, Brasil y Estados Unidos), tiene claro que “el fútbol se vive muy intensamente sobre todo en Sudamérica y España”. Según el técnico, “tu humor cambia y la semana también a partir del resultado de tu equipo”, comentó.
“El fútbol es muy importante para la gente. Pero en Norteamérica es distinto, porque tienen muchas más distracciones. Eso marca al jugador también en su forma de jugar. En Sudamérica para muchos era la vía para tener una vida mejor y sacar a su familia adelante; allí es un salvavidas”, explicó.
Precisamente de sus experiencias en Sudamérica dice que “en Ecuador viví la mayor alegría y la mayor tristeza de mi carrera”. Los satisfacciones se las llevó como siendo director de fútbol base. “Me sentí muy realizado y útil por ayudar a otros a ser mejor”, matizó. “A eso sumaría el salto al mundo profesional y poder ganar un título. Pero ese año también fue muy duro porque perdí a uno de los chicos de la cantera, Mauri. Es la experiencia más dura que he vivido”, confesó.
Del fútbol cambiaría la violencia que hay en todos los aspectos. “El fútbol es un juego y es para disfrutarlo; todo lo demás sobra”, manifestó Miguel Ángel Ramírez que dice aprovechar el poco tiempo de ocio que le deja la tarea en Mareo para “ir a conocer pueblos de Asturias junto con el cuerpo técnico, aprovechando aquello que nos van recomendando”.
Finalmente, su meta en el Sporting no es otra que llevar al equipo rojiblanco al sitio que todos sus aficionados desean. “Con la temporada que hemos hecho y la posición en la que estamos, vemos que la gente viene y quiere disfrutar, es lo que nos demanda. Y eso es lo que querría darles”.