ESPANYOL

El Espanyol, contra su vulnerabilidad

Después de la primera jornada ante el Albacete y a falta de refuerzos, el equipo perico mostró de nuevo sus debilidades en su sistema defensivo aunque mejoró en la defensa de área.

El portero del Espanyol fue clave en el empate de su equipo, tras detener dos penaltis a Manu Fuster. Pacheco demostró que marcara a los pericos esta temporada no va a ser fácil.
Josema Moreno
Alberto Martínez
Licenciado desde 2006 pero escribiendo crónicas desde 2003. En AS desde 2005, donde informa del Espanyol y de polideportivo, especialmente de deportes acuáticos. Ha estado en tres Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Natación y tres Europeos. Autor del libro ‘Jesús Rollán eterno’.
Actualizado a

Mientras el mercado centra todas las miradas del Espanyol, la Liga Hypermotion ha comenzado y hay que poner un ojo en el césped. En la primera jornada frente al Albacete, el equipo perico sumó un punto que celebró por el desarrollo del partido, especialmente por esos dos penaltis detenidos por Fernando Pacheco y por las oportunidades que tuvo el equipo local en la segunda mitad, cuando la posesión, los centros y el dominio fue claramente del Albacete. El gol del empate llegó en el 92′, pero se mascó durante todo el encuentro.

El Espanyol, contra su vulnerabilidad
Los centros al área del Albacete.

Aunque el Espanyol entró con buen pie en el partido (lanzo seis veces en los primeros 25 minutos, por solo una en el resto del encuentro), se fue deshilachando cuando el Albacete encontró la fórmula de neutralizar su juego. Los manchegos consiguieron dominar la posesión. En la primera mitad, los de Luis García tuvieron el balón el 54% por solo el 34% en la segunda mitad, donde el equipo sufrió un fallo sistémico que le hizo ser vulnerable. Su mediocampo no logró frenar el juego del Albacete, que llegó con facilidad a sus extremos, desde donde acribilló a centros a los blanquiazules.

Noticias relacionadas

Ya comentó Luis García después del encuentro que “en el segundo tiempo arriesgamos con Melamed y Braithwaite, creíamos que los podíamos coger en algún contraataque”. Ese planteamiento generó inferioridad perica en mediocampo y el Albacete dispuso de hasta 22 centros en la segunda mitad, casi el doble de los que realizó el Espanyol (11). Si en la primera mitad los blanquiazules pecaron de “falta de contundencia”, como dijo el técnico, y de despistes en las vigilancias, como el primer penalti cometido por Óscar Gil, en la segunda parte el comportamiento de la línea de cuatro defensas mejoró.

De los 23 centros, los manchegos solamente consiguieron rematar tres de ellos, por lo que el índice de concentración y contundencia de la zaga defensiva fue elevado, especialmente de Leandro Cabrera, aunque por acumulación el gol acabó llegando en un mal despeje del uruguayo después de que Brian Oliván tampoco lograse alejar el peligro anteriormente. Hasta 17 remates por los manchegos, por solo ocho del Espanyol. Unos números cogidos ahora con pinzas por la incertidumbre del mercado y la falta de refuerzos, un aviso a navegantes, eso sí, de las urgencias del sistema defensivo perico.

Etiquetado en:

Te recomendamos en Fútbol

Productos recomendados