El Eibar se olvida del ‘unocerismo’
Hasta el pasado sábado, todas las victorias de los armeros se habían producido por la mínima.
En estas primeras semanas de competición, hay una constante que el Eibar tiene que cumplir para lograr la victoria: mantener su meta a cero. Cada duelo en el que los azulgranas no han recibido gol, los tres puntos han acabado en Ipurua. Algo que era chocante el pasado curso. Apenas cumplido un tercio de la campaña, los de Joseba Etxeberria ya han juntado más de la mitad de las porterías a cero que sumaron el curso anterior (11). De modo que, ante la falta de gol, los seis triunfos obtenidos hasta el momento, se han fundamentado en cimentar un férreo bloque defensivo. Tal y como se hizo el pasado sábado, para batir al Racing de Ferrol.
Si bien es cierto que el cuadro ferrolano cuajó una de las actuaciones más escasas vistas en Ipurua este año, el Eibar tuvo mucho que ver en ello. Sobre todo, en fase de destrucción. El 4-4-2 implantado por Etxeberria hizo que el esquema se dividiera por parejas, donde especialmente brillaron las del bloque central. Arambarri y Carrillo (Chema en el tramo final), en el eje; Nolaskoain y Sergio, en la medular; y en ataque, Bautista y Pascual. Estas tres duplas se compenetraron a las mil maravillas. Si uno ganaba la disputa, el otro se hacía rápidamente con la caída. Faceta que permitió a los armeros robar mucho balón en campo contrario y defender lejos de su portería. Más allá de cierto runrún final, el combinado gallego apenas inquietó la portería de Jonmi, que solo tuvo que emplearse a fondo en una ocasión. Porque si no estaban el ‘6′ y el ‘8′ para pasar la escoba, Chema se imponía a todo el ataque visitante para despejar cualquier tipo de balón que merodeaba por el área.
El buen hacer defensivo también provocó más volumen de acercamientos en los armeros. A raíz de recuperar rápido tras pérdida, el Eibar acertó llevando la posesión a los costados. Una vez que el esférico se encontraba en banda, Puertas y Guruzeta, más pegados a la línea de cal de lo normal, pudieron aparecer en varias situaciones de centro. Como se pudo reflejar en el segundo tanto de la tarde, donde Pascual aprovechó el envío lateral del ‘21′. Después de cuatro citas consecutivas sin ver portería, el equipo guipuzcoano se pudo desquitar a través de la zurda del almeriense. Pero sin el previo trabajo del grupo al completo, su doblete no hubiera sido posible. Aún es pronto para ver la mejor versión de los azulgranas. La losa negativa del último mes todavía pesa, y pasar de 0 a 100, es un proceso que requiere de partidos. Por el momento, ya sabe lo que es vencer sin sufrimiento. O, al menos, todo lo que no sea hacerlo por la mínima. El ‘unocerismo’ ya es pasado.
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