La casa de los horrores del Barça
El club blaugrana encajó el 2-8 en Da Luz frente al Bayern y también un 3-0 contra el Benfica que fue el principio del fin de la etapa de Koeman.
El Barcelona regresa este martes a uno de los campos donde peores noches recientes ha vivido: el Estadio Da Luz. Es su lugar de naufragio, allí donde tocó fondo, ese sitio donde se rompió el amor y obligó a buscar nuevos horizontes. Lisboa, para muchos, evoca el amor y la nostalgia en su vertiente positiva. Para el Barcelona, la capital portuguesa es toda una casa de los horrores.
El pasado es tan reciente que apenas hay que cambiar de década para citar dos fechas que están marcadas a fuego en el archivo negro blaugrana. Una con más intensidad que otra: el 2-8 frente al Bayern y el 3-0 contra el Benfica.
La noche más oscura del Barça de Messi
El Barcelona afrontaba la Champions más corta de su historia reciente. A causa de la pandemia de Covid-19, la UEFA llevó toda la Champions League a Lisboa y recortó las eliminatorias desde cuartos de final a partido único necesitando solo tres victorias para hacerse con la Orejona.
Los blaugranas quedaron emparejados contra el Bayern de, precisamente, Hansi Flick. En el banquillo de los blaugranas estaba un recién llegado Quique Setién. El partido, que fue histórico, no tuvo demasiada historia para el Barcelona. Los culés comenzaron perdiendo con gol de Müller y empataron gracias a que Alaba se anotó en propia puerta. Luego, encadenaron unos minutos de horror entre el 21 y el 30, en los que de nuevo Müller, Perisic y Gnabry llevaron el marcador hasta el 1-4. A la vuelta del descanso, Suárez recortó distancias, pero Kimmich respondió rápido. Su futuro goleador, Robert Lewandowski, hizo el sexto tanto y Coutinho, cedido por el propio Barcelona, ajustició a su club con tantos en el 85 y el 89. El que iba ser campeón de Europa infligió al Barcelona su derrota más dura en 69 años y propició todo un cambio de ciclo.
En ese marco, Gerard Piqué ejerció de capitán con unas declaraciones que pedían cambios profundos al club e incluso ofreciendo ‘su cabeza’. “Vergüenza es la palabra. No se puede competir así, no es la primera ni segunda ni tercera vez que nos pasa. Es muy duro, muy duro y espero que sirva de algo. El club necesita cambios, no hablo de entrenador, ni jugadores, no quiero señalar a nadie, estructuralmente el equipo, el club necesita cambios de todo tipo, porque no es la primera vez que nos pasa esto, ni la segunda ni la tercera. [...] Si tiene que venir sangre nueva y cambiar esta dinámica soy el primero en irme, en dejarlo, porque creo que hemos tocado fondo”, explicó.
Desde aquella noche, el Barcelona consiguió volver a unos cuartos de final la temporada pasada, tres años después, y no regresa a unas semifinales desde la 18-19.
Se apagó ‘Da Luz’ de Koeman
Ronald Koeman llegó tras esta crisis y ‘remendó’ la situación ganando una Copa del Rey en su primera campaña. Este sería el último título de Leo Messi con el Barcelona. Tras un verano complicadísimo con la marcha del astro argentino, el club comenzó la temporada más difícil de la historia reciente.
El Barça volvió a caer frente al Bayern (0-3) en fase de grupos y empezó a dejarse puntos en Liga (1-1 vs Granada, 0-0 vs Cádiz) y ahí, apareció la visita a Lisboa. En un partido en el que estaban obligados a ganar, el Barça cayó con estrépito por 3-0 con una falta de efectividad notable. Los blaugranas ni tiraron a puerta.
Sergio Busquets, un peso pesado, habló de “situación crítica” y Koeman empezó a dudar de su continuidad. “Me siento respaldado por mis jugadores; por los demás, no sé”, afirmó. Así fue, Frenkie De Jong defendió su continuidad y Busquets, en las declaraciones ya citadas, aseguró que su salida sería “lo más fácil” pero repartió las culpas entre los jugadores. Esa noche, casualidad o no, Laporta bajó la vestuario cuando no se encontraba allí el entrenador neerlandés.
En ese momento, en el entorno del Barcelona Koeman se daba por amortizado, aunque su ‘vida útil’ se alargaría varias semanas más. El Barcelona cayó ante el Atlético (2-0), ganó a Valencia y Dinamo de Kiev y perdió de nuevo y de manera consecutiva ante Real Madrid (1-2) y Rayo Vallecano (1-0). La crisis comenzó en Lisboa y acabó en Vallecas tras un zarpazo de Radamel Falcao. Después de esa derrota por la mínima, Koeman fue despedido y llegó Xavi Hernández.
Matar a los fantasmas
Lisboa es una ciudad a resignificar para el Barcelona que intentará sacar algo positivo en su tercera visita en estos últimos años. Esta temporada Europa ha sido el escenario donde mejor ha lucido el equipo de Flick. Suman cinco victorias, una derrota, 21 goles a favor y están a tres puntos del liderato que ostenta el Liverpool. La capital de Portugal, esta vez, puede servir para alcanzar la cima.
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