El Barça abre otro frente contra LaLiga
En el Camp Nou lucharán por mantener las palancas que permitan aligerar el Fair Play financiero pese a la oposición frontal de LaLiga.
La tensión entre el Barcelona y LaLiga que preside Javier Tebas no es nueva, pero está llegando a niveles críticos. Y esta vez, parecía que además del Real Madrid, equipo con el que comparte el impulso de la Superliga en contra de la opinión de Tebas, se habían sumado otras entidades que ven en la activación de las llamadas palancas que practicó el Barça el verano pasado una fórmula para obtener más recursos. Ahí es donde se genera el actual enfrentamiento con LaLiga. No obstante, parece que los apoyo con los que contaba el Barça desde el inicio se desvanecen.
En el club blaugrana no están dispuestos a que en la Asamblea de LaLiga que tiene que celebrarse en Dubai se acometan medidas tan trascendentes que puedan modificar los Estatutos y el Régimen General de la competición. O dicho en otras palabras, que se endurezca el control económico en una medida que desde el Camp Nou se interpreta como una “intervención de facto” del club.
La cuestión está en que el organismo que preside Javier Tebas no está dispuesto a que la utilización de fondos obtenidos por las ventas de patrimonio o activos de un club sirvan para aumentar el Fair-Play. Eso es precisamente lo que el Barça hizo el verano pasado y lo que tenía pensado hacer próximamente con la venta de una parte de Barça Studios.
Desde el Barcelona se argumenta que el club es una sociedad privada propiedad de sus socios (no es una Sociedad Anónima Deportiva) que dieron en sendas asambleas el permiso a la junta para activar estas palancas.
Pero LaLiga ha decidido cerrar el grifo. El corte se debería de escenificar en la famosa asamblea de Dubai, a la que tanto el Barcelona como el Real Madrid no acudirán.
En el origen del problema subyace en el caso del Barça una masa salarial que lejos de disminuirse ha ido ampliándose a pesar de la salida de jugadores como Messi, Griezmann o Piqué. Con urgencia, el Barcelona debe de reducir en 200 millones su masa salarial.
En consecuencia, el club blaugrana se enfrenta de nuevo a la norma de uno a cuatro que parecía superada este verano. Esto es que por cada euro que se invierta, hay que liberar cuatro, mientras que en la última ventana de mercado, el Barça logró situarse el uno a uno.
Además, otra de las consecuencias obligaría a que si la capacidad de ahorro es sólo por una temporada, el Barcelona podría verse forzado a acudir al mercado ofreciendo sólo un año de contrato.