El Alavés solicita casi diez años de prisión para Piterman y Nereo
El club acusa a los antiguos directivos de la presunta comisión de delito continuado, de apropiación indebida, falsedad contable y delito societario
El Deportivo Alavés S.A.D. ha formulado sus conclusiones provisionales en el procedimiento penal que se sigue contra los miembros del anterior Consejo de Administración del club, Dmitry Piterman y José Nereo Ruiz Vicente, el que fuera vicepresidente y responsable de la seguridad personal del ucraniano.
En el escrito de calificación se solicitan penas que conjuntamente ascienden a nueve años y medio de prisión y multa de hasta 15.000 euros para cada uno de los investigados por la presunta comisión de delito continuado de apropiación indebida, falsedad contable y delito societario.
La responsabilidad civil derivada de los delitos por los que se acusa supera los cuatro millones de euros, sin perjuicio de su cuantificación definitiva. Todos los juicios que ha perdido Piterman en Vitoria eran por lo Mercantil y no los ha salvado de forma clara. Está inhabilitado para ejercer cargos en empresas pero, si viene a España, no puede ser detenido.
La realidad es que plantear una orden de búsqueda y captura de un ciudadano millonario estadounidense por parte de un país como España es como pegarse contra un muro. En las anteriores peticiones, con la INTERPOL de por medio, no ha habido ningún resultado ni con él ni con su ex-mujer.
Pero en Vitoria aún escuecen sus recientes declaraciones del ex-propietario a Informe Plus de la plataforma televisiva Movistar + y, aunque pidió algunas disculpas por cosas que hizo en Vitoria, no convenció absolutamente a nadie. El club consideró que se trataba de un intento de blanqueo de su imagen y sigue contraatacando en los tribunales.
Piterman llegó a Vitoria desde Santander y compró la entidad a Gonzalo Antón. Se marchó años después dejando una deuda de 24 millones de euros. El club tuvo que recurrir a la Ley Concursal y se llegó a un acuerdo con los acreedores para que cobraran la mitad y en el plazo de cinco años. El Glorioso estuvo a punto de desaparecer pero milagrosamente salió de ese pozo. Piterman vive ahora en San Diego con su segunda mujer.