Güler pincha en hueso

Arda Güler (19 años) saltaba al césped de Butarque cariacontecido. Durante la primera parte, el formidable centrocampista turco no había tenido la mejor de sus noches vestido de blanco. Había comenzado en el once titular, tirado a la banda derecha, pero poco a poco se fue resituando: con Tchouameni y Modric en el doble pivote, Rodrygo se acomodó en la banda izquierda donde está brillando últimamente. Quedaban dos puestos para esa línea de tres con la que está trabajando Ancelotti en los últimos tiempos, aunque ya la había probado varias veces a lo largo de esta su segunda etapa. En la segunda se mostró más operativo, más participativo, con ganas de influir en el juego blanco...

Arda se situó en banda derecha, con Brahim atacando por el centro (conforme fue avanzando el partido los dos intercalándose posiciones). Los primeros 10 minutos del partido, los blancos salieron atorrijados, pero a partir de ese momento y hasta el 25, los de Ancelotti dominaron a sus anchas. Fruto de su trabajo llegaron los dos primeros tantos, obra de Modric (Arda le abrió un buen espacio escorándose a la derecha para que el croata aprovechase un pase de Rodrygo e inaugurase el marcador) y de Endrick.

A partir de ese momento, el Madrid, creyéndose superior, bajó el ritmo, algo que supo aprovechar el Leganés. Uno de los señalados era Arda Güler, al que Ancelotti y su staff técnico no dejaban de insistirle con presiones y más trabajo. Según las cifras de esos 76 minutos que jugó antes de ser sustituido por Ceballos, el turco no lo hizo nada mal: tocó el balón en 59 oportunidades, tuvo una efectividad del 93% a la hora de pasar (38 de 41 pases intentados), completó todos los regates que intentó, creó dos claras ocasiones, dos pases largos de los dos que intentó (100% de efectividad), tuvo tres duelos en el césped (venció en los tres), ganó todos los tackles que intentó, fue el segundo jugador que más centros intentó (cuatro) y cometió dos faltas. Otro día en la oficina para el talentoso jugador…

Pero en esta ocasión pinchó en hueso. El turco, que recuperaba la titularidad en un partido de Copa tras haberlo hecho en Cartagena ante la Deportiva Minera, esperaba asentarse con vistas al derbi del sábado: valorando las opciones de Ancelotti, que puede optar por reforzar el centro del campo ante la plaga de lesiones en los centrales blancos, puede haber cabida para un cuarto jugador a elegir entre Brahim y el propio Arda. Pero en esta ocasión ni chichá ni limoná: si ante el cuadro murciano marcó dos goles y ante el Celta asistió a Endrick para que marcara otros dos tantos, el otomano parece haberse estancado.

Cierto es que la pasada campaña, Arda comenzó a jugar en enero de 2024 tras haberse recuperado de un par de lesiones que le privaron de un comienzo desde el primer momento. Fue en un partido de Copa ante la Arandina donde empezó a dejar muestras de su calidad, técnica y personalidad. Unas cualidades que fue aumentando en el tramo final de la competición, con acciones inverosímiles, como un tiro desde el centro del campo en Pamplona. Esta temporada empezó con bríos renovados: fue titular en el primer partido de Liga en el Bernabéu, pero lentamente va desapareciendo del minutaje que suele dar Ancelotti a sus jugadores. Arda no es tan regular a la hora del trabajo defensivo que exige el técnico italiano. Tiene tiempo de corregir esos defectos para evitar seguir pinchando en hueso…

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