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BARCELONA

Clamor en el vestuario: “Hemos estado a punto de trincarlos, pero les hemos perdonado”

Esta era la sensación general de la expedición del Barcelona tras perder 2-0 ante el Bayern. Una mezcla, a partes iguales, de cabreo y orgullo.

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Clamor en el vestuario: “Hemos estado a punto de trincarlos, pero les hemos perdonado”

Xavi Hernández fue el primero que expuso abiertamente el enfado que había dentro del vestuario tras caer por enésima vez en Múnich. Si hace nueve meses, la sensación con la que se marchó el equipo fue de impotencia y resignación, “no hemos podido competir contra ellos”, fueron las lacónicas palabras de Xavi tras recibir un contundente 3-0, ahora el registro es muy distinto, “hemos estado a punto de trincarlos”, recalcaba una persona del staff unas horas después de perder en el Allianz Arena, “pero les hemos perdonado”.

Y es que durante toda la primera parte y en los últimos 25 minutos, la sensación que trasmitía el equipo es de ser muy superior al Bayern. Sin embargo, entre el poco acierto cara a puerta, con dos ocasiones erradas por Lewandowski, otras dos por Pedri, con palo incluido, y otras tantas por Raphinha, y el desbarajuste del equipo en cinco minutos de la segunda parte, con dos goles del Bayern, acabó dando al traste un partido que había empezado tiñéndose de blaugrana desde el primer minuto.

En el Camp Nou va a ser otra historia”, aseguran ya algunos jugadores, conscientes que han dejado escapar una oportunidad única, sobre todo tras la exhibición en los primeros 45 minutos. “Lo están pasando muy mal”, llegó a sentenciar un jugador a sus compañeros durante el descanso, cuando el equipo estaba sometiendo por completo a un Bayern, que era incapaz de salir de su campo con el balón controlado.

Evidentemente, los jugadores y técnicos acabaron muy ‘tocados’. Se había consumado una nueva derrota cuando más cerca tenían la victoria y la posibilidad de revertir definitivamente la historia. El propio Joan Laporta, acompañado de Rafa Yuste, Mateu Alemany y Jordi Cruyff, se apostaron a la salida del estadio para animar uno a uno a todos los jugadores, asegurándoles que el barcelonismo estaba “muy orgulloso” de la imagen que habían dado en el Allianz Arena.

Al fin y al cabo, estas derrotas, que al principio cuestan de digerir y asumir, a la larga sirven para crecer como equipo y aprender de los errores. Similar a lo que ocurrió en la Supercopa de España, donde el Barcelona perdió 3-2 contra el Real Madrid, pero le enseñó los dientes y las garras, y unos meses después se plasmaba con el 0-4 en el Bernabéu.