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REAL ZARAGOZA / NECROLÓGICA

Chechu Rojo, el único entrenador que pudo ganar la Liga con el Real Zaragoza

Bajo su dirección, el equipo aragonés llegó a la última jornada de la 1999-00 con opciones matemáticas de conquistar el título. Ha fallecido hoy a los 75 años víctima de Alzheimer.

Zaragoza
Chechu Rojo, en la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza cuando era entrenador del equipo aragonés.
Chechu Rojo, en la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza cuando era entrenador del equipo aragonés.
AStv

Bandera a medio asta en el Real Zaragoza. Chechu Rojo, el único entrenador de la historia del club aragonés que logró llegar a la jornada final de un campeonato de Liga con opciones matemáticas de conquistar el título, ha fallecido hoy a los 75 años en su domicilio en Las Arenas de Guecho, debido al avanzado Alzheimer que le atacó desde hace más de un año.

Porque el Real Zaragoza de Rojo pudo ser campeón de Liga en la temporada 1999-00, donde se mantuvo más de tres cuartas partes del campeonato entre los cuatro primeros en cerrada lucha con el Deportivo, el Barcelona, el Valencia y el Real Madrid. Fue la campaña en la que el gran Savo Milosevic marcó 21 goles y Juanmi alcanzó la internacionalidad y fue el segundo portero menos goleado de toda la Primera División. Y entre Juanmi y Milosevic se alineaban Pablo, Paco, Aguado, Sundgren, Solana, Acuña, Aragón, Garitano, Juanele, Marcos Vales, Vellisca, Lanna, Yordi… Un equipo al que Chechu Rojo convirtió en una roca en defensa y al que Milosevic afilaba como nadie en la punta del ataque. Dieciséis victorias, quince empates y únicamente siete derrotas, con 60 goles a favor (el tercer equipo más realizador) y sólo 40 en contra.

El Zaragoza se metió enseguida en la carrera por el título, confirmó su candidatura al derrotar 1-5 al Madrid en el Bernabéu el 4 de diciembre de 1999 y despidió la primera vuelta en la segunda plaza al golear 4-2 al Valencia en La Romareda. Pese a algunos arbitrajes muy dañinos y el atasco goleador de Milosevic, el equipo mantuvo el pulso en la segunda vuelta y a prisa y corriendo los capitanes tuvieron que negociar con el presidente Alfonso José Soláns una prima de 10 millones de pesetas (60.000 euros) por cabeza por ser campeones, algo que no sucedía en el Zaragoza desde la época de los Cinco Magníficos.

Después de empatar en Riazor (2-2) y de remontar frente al Málaga en La Romareda en el último minuto con un gol de Milosevic (3-2), se llegó a la jornada final con el Deportivo en cabeza con 66 puntos, seguido por el Barcelona y el Real Zaragoza, con 63. Los únicos tres que podían ser campeones. El equipo aragonés, que superaba en el ‘goal-average’ particular al Dépor, necesitaba ganar en la jornada final en Mestalla al Valencia, que cuatro días después jugaba la final de la Liga de Campeones en París frente al Real Madrid; que el Deportivo perdiera con el Espanyol en Riazor; y que el Barcelona no ganara al Celta en el Nou Camp.

En busca de la carambola, el viernes 19 de mayo el equipo aragonés acudió a Mestalla arropado por dos mil de sus seguidores, pero sin dos titulares como el lesionado Aguado y el sancionado Garitano. Milosevic adelantó al Zaragoza a los cinco minutos, disparando las ilusiones, pero el Valencia le daría la vuelta al resultado en la segunda parte con goles de Sundgren, en propia puerta, y el ‘Piojo’ López. Para no variar, el colegiado andaluz Medina Cantalejo, verdadera bestia negra del Zaragoza, mostró diez tarjetas amarillas a los aragoneses y acabó expulsando en los últimos minutos a Yordi y también a Chechu Rojo por protestar. El entrenador esperó a Medina Cantalejo en el túnel de vestuarios y, según el árbitro, le insultó, amenazó y hasta zarandeó, teniendo que intervenir la policía: “Eres un hijo de puta y ya te cogeré”, escribió en el acta en boca del técnico del Zaragoza.

Aunque Chechu Rojo negó los insultos -”Le pregunté al árbitro el motivo de la segunda tarjeta. Él me contestó: apártate y deja pasar. Luego reflejó en el acta cosas que no han pasado y me duele mucho que no se pueda demostrar, ya que no había cámaras. No hubo agresión. Es mentira. No pasó absolutamente nada”-, le cayeron nueve partidos de suspensión, que cumplió en el Athletic de Bilbao, con quien ya se había comprometido previamente.

Al final, el Zaragoza acabó cuarto por detrás del Valencia. El Barcelona no pudo ganar al Celta (2-2), pero el Deportivo hizo muy pronto los deberes frente al Espanyol (2-0) y se adjudicó la primera y única Liga de su historia, quitándose la espina del penalti fallado por Djukic seis años antes frente al Valencia en Riazor.

Entre el zaragocismo siempre quedará la duda de qué hubiese pasado en aquel campeonato si el Zaragoza hubiese contado con Kily González y Gustavo López, a los que en el verano de 1999 se empeñó en vender Soláns hijo al Valencia y al Celta, respectivamente, sin que el club aragonés tuviera ninguna urgencia económica y contra la recomendación del entonces director general Javier Paricio, del secretario técnico Pedro Herrera y del propio Chechu Rojo, que siempre pensó que su equipo podía ser campeón esa temporada, tras el noveno puesto de la campaña anterior.

Pero lo peor fue que ese cuarto puesto final no llevó al Real Zaragoza a la fase previa de la Liga de Campeones 2000-01, sino a la Copa de la UEFA, al quitarle el Real Madrid, quinto clasificado, la plaza como campeón de Europa, tras ganar 3-0 al Valencia en París, y no reclamar Soláns hijo el derecho de clasificación ni ante la Federación Española de Fútbol ni ante la propia UEFA en una actitud muy sospechosa, y que todavía resulta inexplicable. Prueba de ello es que, a la inversa, el Liverpool, campeón de Europa en 2005, pero quinto clasificado en la ‘Premier League’, tras el Chelsea, el Arsenal, el Manchester United y el Everton, logró plaza excepcional para la ronda previa de la Champions, tras una doble reclamación ante la Federación Inglesa y la UEFA, por lo que fueron hasta cinco los representantes ingleses en la edición de 2006.

La Federación Inglesa tenía establecido que sus cuatro representantes en la Liga de Campeones serían los cuatro primeros clasificados de la ‘Premier League’, independientemente de que uno de sus equipos ganara la máxima competición europea y decidió no cambiar su reglamentación, por lo que la única vía de acceso del Liverpool era una autorización especial de la UEFA.

Al final, el Liverpool pudo defender su título de campeón conquistado en Estambul frente al Milan, sin menoscabo del Everton, cuarto clasificado, a la vez que el Comité ejecutivo de la UEFA decidió realizar una enmienda en la reglamentación y permitió la clasificación automática de los campeones para las siguientes ediciones del torneo, como siempre había sido así en la antigua Copa de Europa.

Chechu Rojo, frontal, de carácter fuerte y excesivamente expresivo –”Me perdía que me dejaba llevar por el corazón”-, pero sincero y sin dobleces, y que imponía respeto y disciplina entre los futbolistas con su sola presencia, nunca contó con el favor de La Romareda, aunque nadie le podrá quitar que es el único entrenador de la historia del Real Zaragoza que llegó a la última jornada con opciones de ser campeón.

Descanse en paz.