Un día para Julián
El argentino, titular tras descansar el sábado de inicio. El Atleti, a reafirmar el buen momento en Europa. El Sparta Praga, en llamas.
Que si juega mal. Que si lo hace feo. Que no llena el ojo. Pero ahí está el Atleti, como siempre con el Cholo: compitiendo. Pasado el bache de mediados de septiembre a mediados de octubre, encadena cinco victorias seguidas (en todas las competiciones) con ese gol de Correa en el 93’ como último recuerdo de Champions. Así conquistó París. Así volvió a respirar en Europa. Pasar al menos esa línea entre el puesto 24 y el 25 que separa los que entran, aunque sea jugándose el pase a la siguiente fase en un playoff (del 8º al 24º). Los del Cholo afrontan el quinto partido de esta nueva Champions que se va descubriendo al andar (después de este ya solo quedarán tres, tremendos nervios) ante un Sparta Praga en llamas, que está fuera, 26º (sigue el partido en directo en As.com).
Porque cuando Priske se fue al Feyenoord y la directiva en vez de fichar se decantó por una línea continuista, es decir, ascender a su segundo, Lars Friis, pensaban que así podrían mantener la estabilidad y los resultados de los últimos años (dos ligas checas, una Copa, octavos en Europa League...) pero nada más lejos. La crisis le envuelve. Tanto en el verde como en el vestuario. Hace cinco partidos que no gana, es cuarto en su liga (a 14 puntos del Slavia Praga, tan líder como eterno rival) y en la Champions ha mezclado frío y calor. Empezó bien, con un 3-0 al Salzburgo y arañándole un empate al Stuttgart, para luego recibir un manotazo del City (5-0) y perder con el Stade Brestois (2-1). El último partido en el Letná, el estadio en el que esta tarde (ojo, a las 18:45) se medirá al Atlético, dejó un empate 1-1 ante el Teplice que fue gasolina sobre el fuego. Llamaradas hablando de “falta de coraje” rodean a un Friis en el alambre. Las numerosas bajas (su extremo Ángelo Preciado, Imanol García de Albéniz, Zeleny, Srensen, Cobbaut y así hasta contar nueve, además de los problemas con Birmancevic). Su gran peligro son los 1,91 metros de Olatunji arriba y la imaginación de Haraslín, en la mediapunta.
Los números de Julián
Cuatro de las armas del Cholo parecen claras: Giménez, De Paul y Julián Alvarez, todos suplentes ante el Alavés. Lo que probó permanece entre los altos muros del estadio pero parece difícil que pueda sentar a Giuliano, el mejor de su equipo. Si Sorloth se lució el sábado hoy le tocaría a Julián, que ya es con siete tantos el máximo goleador del equipo, aunque le falta una gran noche para poner todo el rojiblanco a sus pies. Y qué mejor que en Europa. “¡En efecto, quien busque el infinito, que cierre los ojos!”, que escribió el maravilloso novelista checo Milán Kundera. Pero con Julián solo vale abrirlos. Y muy grande.
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