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Milán, la guinda del pastel txuri-urdin

Dicen que Milán es la capital mundial de la moda. Dando por válida esa afirmación, por razones evidentes, no se me ocurre otra ciudad mejor para que la Real Sociedad cierre esta fase de grupos histórica de la Champions League y poner la guinda de un pastel que no sólo ha podido saborear con ahínco y gula, sino que ha logrado que los demás lo puedan paladear con mucho gusto. Porque si hay un equipo de moda en Europa, ese es el de Imanol Alguacil. Así lo indican su juego que ha asombrado a todos y sus números, con la clasificación para octavos ya finiquitada. Y si algo está de moda, lo normal es que se pasee y luzca en todo su esplendor en Milán. Y eso es lo que harán los txuri-urdin contra el Inter de Milán, conscientes de que dependen de mismos para sacarle brillo a la primera fase de su regreso a la máxima competición continental.

La Real quiere ser campeón de grupo. Quiere hacer historia dentro de la historia brillante que está escribiendo en su regreso a la Champions League diez años después. Porque, para poner en contexto lo que está haciendo, el empate sin goles contra el Salzburgo fue el partido de esta fase de grupos en la que menos ha brillado, pero aún así ha merecido ganar, porque ha buscado más el gol, ha dominado más y ha tenido las mejores ocasiones del partido. Eso en un partido de la máxima competición continental, con cuatro jugadores nuevo buscando su oportunidad desde el inicio, es mucho hablar. No nos hemos dado cuenta de la dimensión que ha adquirido este proyecto txuri-urdin, que en un partido de Champions buscando el liderato del grupo se permite el lujo de dejar a cuatro titularisimos en el banquillo. Y aún así ser superior a un rival europeo de primer nivel. Es un dato tremendo, que nos debe hacer sentir muy orgullosos de lo que tenemos entre manos.

Y ahora empieza el momento de las cuentas de la lechera. ¿Qué le sirve a la Real Sociedad en San Siro para lograr el primer puesto del grupo D? No os compliquéis. Cualquier empate le vale. Se ha ganado el derecho a tener esa ligera ventaja. Pero no os confundáis, Imanol no va a especular, no sabe, al menos de inicio. Ya se ha visto contra el Salzburgo. No hacía falta apretar, pero se fue con todo a por la victoria. Aunque metiera mucho cambios en el once. Da igual quien juegue. El que no apriete, no juega. Odriozola, Cho, Zakharyan y Turrientes tuvieron su oportunidad, y no la desaprovecharon, especialmente el ruso y el besaindarra. Porque el éxito de esta Real, aunque tengas lógicamente sus muy buenos nombres propios, es coral. Todos suman. Así que sumar jugadores para la causa es muy importante. Y ese es el valor del empate con sabor a victoria logrado contra el Salzburgo. Toca poner la guinda merecida a esta bonita historia. Será en Milán. Que así sea.