Carlos Vicente: “Ahora mismo mi sueño es jugar en la Selección”

Carlos Vicente (Zaragoza, 25 años) es el hombre de moda en Vitoria. Un extremo que ha asombrado a todos en este inicio de temporada con su portentosa facilidad para centrar desde la derecha en carrera. Y ya lleva dos goles. El ‘vikingo’ como le apodan al pelirrojo futbolista, tiene un halcón maltés en su casa, que le regalaron como si fuera Carlos V, el antiguo emperador del Sacro Imperio.

Formado en el Stadium Casablanca, echando un vistazo a su currículo, Aragón, Tarragona, Ejea, Calahorra, Racing de Ferrol... y ahora Alavés. Se lo ha tenido que currar. ¿Creía que ya era momento de asomarse por la élite?

Ha sido mucho barro, como se suele decir. Pero eso es lo que ha dado tener ese carácter competitivo y muchas cosas que sin ese barro no estaría donde estoy. La oportunidad siempre la esperas, estás pendiente de si te va a llegar al fin la llamada de Primera, si vas a estar a la altura. He subido de categoría poco a poco, hay que aprovechar lo que llega y estoy muy feliz por dónde me encuentro ahora mismo.

Guarda las camisetas de todos esos equipos en los que ha estado. Un orgullo haber ido quemando esas etapas.

Así es, siempre me quedo con una camiseta de cada equipo en el que he estado. No deja de ser una motivación verlas, el camino realizado, querer conseguir más y de años en Primera... le doy mucha importancia a eso.

¿Cuántas más quiere acumular? ¿Tiene sueños de Champions o eso lo ve muy lejos?

Si me llegan a preguntar hace dos años cuál era mi sueño habría dicho que jugar en Primera y también lo veía muy lejos. Ahora mismo mi gran sueño es jugar en la Selección. Significa algo más.

Nunca olvida sus orígenes, las sesiones de fútbol en la pista del barrio con su hermano y ese padre que se llevó unos cuantos balonazos.

Sííí (risas). Mi hermano y mi familia, con todo ese apoyo, son parte clave de donde estoy ahora. Tener un hermano igual que tú o más competitivo aún, teniendo en cuenta que yo lo soy muchísimo, te hace querer ser mucho mejor. Es una competitividad sana. Mis padres y mis abuelos siempre han estado ahí detrás. Te empujan a querer hacerlo bien porque están ellos, sin ninguna presión, eso sí.

Una pena, su hermano gemelo David lo tenía cerquita en Miranda de Ebro y se ha ido bien lejos, al Real Murcia.

Sí, desde luego. Llevábamos tres años y medio bastante alejados y estos seis meses han sido geniales. Pero el fútbol tiene estas situaciones. Él ahora está mejor allí, feliz, disfrutando del fútbol, y eso es lo que quiero para él. La pena es que no puedo quedar dos o tres veces a la semana con él, pero, oye, habrá que adaptarse.

Carlos Vicente

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Lo típico que se dice en estos casos: ¿se hicieron pasar el uno por el otro de niños?

Pocas veces. El segundo año de nuestra vida en el fútbol, cuando teníamos cinco, en fútbol sala, mi hermano era portero. Yo quería probar y me puse bajo los palos. Pero la gente nos diferenciaba mucho. De pequeños éramos muy parecidos, pero cuando nos cogían el truco, no colaba.

¿Le sigue pidiendo camisetas de jugadores de Primera? Le solicitó una de Carvajal.

Por ahora ninguna más, pero, vamos si lo hace, lo que haga falta. La intento conseguir.

¿Se imagina como los Williams, los dos jugando juntos?

Ojalá. Mi hermano tiene potencial de sobra para jugar en Primera. En el fútbol pasan muchas cosas, el año pasado podía haber sido muy bueno para él, pero tuvo la lesión y fue una pena. Pero estoy convencido de que, si tiene una oportunidad, la va a aprovechar.

Su ídolo creo que era Cristiano, ¿alguno más?

En su momento, de pequeño, como jugaba en el Zaragoza, David Villa. Cuando te vas haciendo mayor, te fijas en los más grandes, Messi y Cristiano, aunque yo tiraba un poco más para Cristiano.

Vitoria parece que era el mejor sitio para este desembarco en Primera.

Ahora mismo mirándolo con retrospectiva, sin ninguna duda. Fue la mejor decisión que pude tomar, con absoluta certeza. A nivel de adaptación y lo que nos hemos aportado mutuamente el equipo y yo, ha sido inmejorable. No ha sido solo ‘culpa’ de los compañeros, también del cuerpo técnico. No puedo estar más feliz con la decisión que tomé en su momento.

¿Mendizorroza es para tanto?

Sin ninguna duda. Puede parecer el típico cliché, pero te aseguro que no es así. Es algo diferente. Hay sitios que transmiten una energía especial. En todos los estadios se anima y todos los equipos cuentan con el respaldo de los aficionados. Pero lo que digo va más por esa electricidad que llega al césped y cómo lo viven. He asistido a instantes en que nos hacen un gol en contra y parece que no te lo han marcado porque la gente sigue animando a tope. Es difícil vivirlo. Es diferente a muchos otros estadios.

El comienzo de este año está siendo buenísimo.

¡Totalmente! Hemos conseguido una buena cantidad de puntos e incluso en las dos derrotas las sensaciones han sido buenas. Al equipo se le ve bien, estamos con confianza. Estoy seguro al cien por cien de que tenemos aún más potencial. Queda un mundo, esto acaba de empezar, toco madera, pero pinta bien.

Las estrellas del Madrid son Mbappé y Vinicius.

Siempre es especial jugar este tipo de partidos, ante los clubes más grandes del mundo, con los mejores jugadores y los mayores presupuestos. No sé si porque soy una persona muy ambiciosa o porque tengo una confianza infinita en el equipo, pero quiero ir a competir y disfrutar, porque son momentos especiales, sin ningún tipo de miedo. Estamos en su misma Liga y van a tener que sudar para ganarnos. Son dos jugadores muy buenos, pero sus compañeros, también. Nosotros tenemos nuestras cualidades y se lo pondremos difícil.

Hablaba hace semanas de que San Mamés le había impresionado... del Bernabéu ni hablamos.

A nivel de infraestructura, el Bernabéu juega en una liga aparte. Englobo estadios y afición. Cuando juego soy poco consciente de lo que me rodea, como muchos futbolistas, sólo me fijo en el partido, estoy a mis cosas. Y ese de Bilbao es uno de los pocos en los que me he parado un segundo y me puse a pensar: ¡Pero qué locura es esta! No escuchaba nada. La gente animaba a tope. Fue cuando Rioja falló un penalti y en la acción posterior nos marcaron.

No descuida su formación, los estadios en administración y Dirección de Empresas y en Derecho. Incluso tiene inquietudes culturales. No es el típico futbolista que vive aislado del mundo.

Siempre he dado mucha importancia a mis estudios. Me han educado así. Siempre hay que tener un plan B. También juego mucho a la play con mi hermano y mis colegas ¿eh? Es una de mis aficiones, así estoy con ellos. Es como si quedase con ellos. Me gusta mucho leer, ciencia ficción, libros de historia u otras cosas. Me llegaron a decir que era muy amante de la historia, pero tampoco es para tanto. Soy una persona curiosa y me gusta estar al tanto de todo.

En la espalda lleva Carlos V, por Vicente, pero parece un Carlos Quinto, como el emperador. Ya sabemos su historia. Impuso el tributo de un halcón maltés a la Orden de Malta a cambio de la cesión de la soberanía de la isla. Por ello, dicha orden debía entregar anualmente un halcón entrenado para la cetrería al reino de España. Y resulta que a usted le regalaron un halcón los miembros de la Asociación Histórica Vitoria 2013.

Lo tengo en el salón de mi casa. Me lo regalaron el día de mi cumpleaños. Me hizo especial ilusión. En Ferrol también me llamaban Carlos Quinto.

¿Cuando ve algún partido el halcón también atiende a la televisión?

No, me mira a mí, está enfrente.

Tampoco le importaría ser un emperador del fútbol.

Ojalá llegue a ese nivel de los mejores (risas).

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