Areso: el Athletic toma la delantera ante el Atlético
Valverde necesita otro lateral derecho para la Champions ante el adiós de De Marcos. Los colchoneros también están dispuestos a pagar la cláusula, pero Ibaigane apuesta con más fuerza
Jesús Areso no desaparece de la primera línea informativa en Pamplona. Osasuna abrió conversaciones hace meses para intentar renovar al lateral, que acaba contrato en 2026, pero no hay ningún avance significativo. Le ha trasladado dos propuestas y ya ha dejado claro que no puede mejorar la última. El esfuerzo por retener a Areso ha sido enorme para colocarle entre los cuatro mejores pagados de la plantilla con un contrato de cinco años, en un rango parecido al de Aimar Oroz tras la última renovación suscrita. Este último, precisamente, fue un fichaje fallido del Athletic.
Hay dos clubes que pugnan por su fichaje, Athletic y Atlético de Madrid. La idea inicial era esperar a 2026 para llevarse al jugador libre, pero ahora se plantean abonar la cláusula de 12 millones de euros. Los bilbaínos han tomado la delantera, ya que para los colchoneros no es un fichaje prioritario, aunque su perfil gusta a Simeone. El puesto de lateral en el Metropolitano está cojo, hasta el punto de que suele jugar como ‘dos’ Marcos Llorente, que es más centrocampista. Simeone ha pedido un jugador para esa demarcación y Areso encaja por precio y crecimiento este último año.
Valverde, por su parte, ya ha dejado claro que tiene que reforzar la posición para competir en Champions la temporada próxima, ya que con Gorosabel más lo que pueda aportar el joven Rincón o la polivalencia de Lekue, si es que este sigue que es probable, no ve todas las garantías que desea.
Ibaigane está decidido a afrontar la operación. Ya ha esbozado el planteamiento para la campaña próxima, con conversaciones con Navarro, el extremo del Mallorca, y el sueño de Laporte. La Champions merece un esfuerzo, consideran. Si al final cristaliza el fichaje de Areso, la carrera de este habrá dado un par de giros increíbles. El de Cascante ya llegó a Bilbao, levantando enorme polvareda en Tajonar, y no salió bien de la entidad rojiblanca, aunque los responsables deportivos de aquella época ya no están en Lezama. Permaneció un año en blanco por no querer renovar. A su llegada a El Sadar mostró externamente profundo amor a los colores. Ahora la directiva ve que la situación se ha encallado. Si se produce el fichaje, sería la segunda vez que se abona la cláusula de salida camino de Bilbao. Ya se vio en 2017 siendo juvenil, con los 450.000 euros que figuraban en el blindaje.
Al margen de Athletic y Atlético, otros clubes han demostrado que siguen la pista del cascantino. El curso pasado tanto el Bolonia italiano como el Sporting de Portugal quisieron abordar su fichaje, una puerta que cerró Osasuna porque no estaba dispuesto a negociar porque las cantidades que se barajaban estaban alejadas de su cláusula de 12 millones. Braulio se remite permanentemente a ese blindaje para que abandone de Pamplona.
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