Aprobados y suspensos del Pucela: ‘Manotazo’ en Ipurua
Un impotente Real Valladolid recibe una merecida goleada en Eibar, en otra derrota ante otro equipo de arriba.
El Real Valladolid recibió un ‘manotazo’ en Ipurua, donde cayó con todo merecimiento después de mostrarse, durante la primera mitad, pobre, incluso negligente a la hora de propiciar la aparición de algunas de las bondades del Eibar, y durante la segunda, impotente, después de un buen arranque que no fue más que las burbujas de un champán que se bebieron los locales.
John: Evitó con la mano estirada abajo, al palo alejado, el gol de Stoichkov. Regaló el balón que se convirtió en el dos a cero y pasó muchísimos apuros con balón. Evitó otro disparo exterior de Soriano y un taconazo de Stoichkov. El cuarto gol dejó también una sensación rara. En el quinto, no se embolsa el balón.
Boyomo: Tuvo una buena arrancada en los primeros compases, apareciendo en campo rival, y a continuación, evitó que remachara Bautista en una ocasión. Alternó situaciones en las que hizo valer su presencia física con otras como la del cuarto gol.
Gustavo Henrique: Lento en el balón que le entrega John en el segundo gol local. Se trastabilló en una salida de balón, cayendo al suelo y pudiendo propiciar otra ocasión. Fue sacrificado al descanso después de dejar muchas dudas.
Torres: Su partido con más dudas de toda la temporada. Sufrió lo indecible ante la movilidad de los atacantes del Eibar. Cometió hasta 16 pérdidas, demasiadas para la posición, y el colegiado cobró a última hora un penalti suyo corregido por el VAR como falta fuera.
Luis Pérez: Se duerme a la hora de salir en el gol de Stoichkov, al margen de que la precipitación llevó a este al fuera de juego. Asistió desde segunda altura a Sylla, con un buen centro. Dio dos pases clave, aunque su efecto ofensivo fue a menos. Se marchó lesionado.
Juric: Corrió mucho, muchísimo, hasta donde pudo, porque, por momentos, los espacios eran tantos que le era imposible llegar a todo. Con pierna dura, fue a los duelos y ganó ocho duelos e hizo cuatro faltas. Acabó muy fatigado y cambiado.
Monchu: Ciertamente, apenas cometió fallos y solo erró cuatro pases en todo el encuentro, pero no dio sensación de dominio ni cuando el equipo tuvo más el balón. Asomó en el área en un centro lateral para buscar el remate al inicio del segundo tiempo.
Lucas Rosa: Salió en el once finalmente por las molestias de Escudero a última hora. Poco afortunado en sus subidas; estuvo voluntarioso y trató de asomar a menudo en el último tercio, aunque el hecho de jugar a pie cambiado le perjudicó a menudo.
Iván Sánchez: Con más sensación de desacierto que lo que indican los datos, seguramente, porque durante la primera parte apenas encontró participación. Mejoró en ese tramo efervescente de la segunda mitad, en el que incluso buscó portería.
Joni Montiel: En el primer periodo, buscó puerta en una falta alejada y en una acción que se le quedó muy encima el balón, que tapó bien un defensor. Otro que no acabó de encontrarse con el esférico. Revoltoso, pero nada más.
Sylla: Dio una nueva esperanza al equipo moviéndose en el área antes del testarazo que convirtió en su cuarto gol del curso. Salió ganador de varios duelos y, saliendo de zona, viniendo a recibir, consiguió hacer progresar a los suyos en ocasiones.
También jugaron en el conjunto de Paulo Pezzolano:
Iván Cédric: Arrastró a los centrales para propiciar el remate de Sylla en el gol. En una pelota parada, le quitó el remate a Juric.
Anuar: Volvió a entrar como atacante y acabó de lateral. Se duerme en la marca del rechazo de la falta que completa la ‘manita’.
Meseguer: Entró para dar un resuello al fatigado Juric, pero no llegó a cortar el juego entre líneas del Eibar.
Tunde: Entró cuando se lesionó Luis Pérez y lo hizo en el lado derecho, como novedad. Apenas participó.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.