Aprobados y suspensos del Celta: Aspas nunca se rinde
El moañés desperdició una de las ocasiones más claras de su carrera, estuvo a punto de marcar el gol del año y acabó generando el del empate. Carles no deja de ir a más y a Tapia todo le sale mal.
Iván Villar: Se rehízo. Desacertado en el gol de la Real Sociedad, dado que el remate entra por su palo, se tomó la revancha con Oyarzabal en una salida de mucho mérito a los pies del delantero en la segunda parte. También evitó la sentencia local reaccionando con firmeza a un duro disparo de Kubo.
Mingueza: Jerarquía. Se ha convertido en uno de los jugadores más importantes del Celta por su aportación ofensiva como lateral derecho. De lo poco que le faltó fue puntería las dos veces que rozó el gol. No lo pasó bien en el primer tiempo con Oyarzabal.
Aidoo: Imponente. Salvo un despiste con Kubo en la antesala del descanso, el resto del partido nadie le tosió. Con el equipo volcado en ataque se llevó los duelos defensivos a campo abierto. Se impuso por completo en el combate de pesos pesados con Sorloth.
Unai Núñez: Dulce regreso. Tras perderse la anterior jornada por sanción, estuvo especialmente activo en lo que era un derbi en el plano personal por su condición de jugador propiedad del Athletic. Se prodigó con acierto en los envíos largos y en diagonal hacia Carles Pérez.
Javi Galán: Pletórico, lo que por momentos incluso resultó un problema para el Celta. Percutió constantemente por su carril, destacando un disparo desde dentro del área que se le marchó alto y un centro a Larsen que era medio gol. Abusó del regate en el tramo final del encuentro y una pérdida suya pudo darle la estocada al Celta.
Beltrán: Error de bulto. Un mal control del madrileño originó el contragolpe de la Real para abrir el marcador. No tuvo un buen día y Carvalhal lo relevó en el ecuador de la segunda parte.
Gabri Veiga: Valor seguro. Ante un centro del campo de tanto nivel como el txuri-urdin demostró de principio a fin que ya es un futbolista del máximo nivel. Trabajo, calidad y llegada. Mikel Merino lo derribó en una falta que Ortiz Arias no señaló cuando la única duda reside en si se produjo dentro o fuera del área. Abasteció de balones a Aspas, una conexión que generó la acción del gol del empate.
De La Torre: Tan correcto y dinámico como tímido de cara a portería. Hasta en dos ocasiones optó por buscar a compañeros dentro del área, una vez a Aspas y otra a Galán, siendo el americano quien gozaba de la mejor situación para definir. Sus rápidas conducciones hicieron daño a la Real.
Carles Pérez: El mejor del Celta. Es un especialista en los primeros instantes de juego. En este partido sorprendió a los donostiarras en los inicios de ambas partes. En el arranque del encuentro se topó con Remiro y al regreso de los vestuarios Zubimendi lo tuvo que derribar en otra jugada polémica que dejó la duda de si sucedió dentro o fuera del área. Está yendo a más desde que es titular y sólo le falta acertar con la portería rival.
Larsen: Probablemente esta actuación le cueste el puesto en el once la próxima jornada. Incomunicado durante los primeros 25 minutos, su primera aparición llegó con un remate de cabeza falto de contundencia en una posición inmejorable. Su despedida antes de ser substituido en el descanso fue perdonar un mano a mano con Remiro. Aunque el árbitro señaló fuera de juego, el VAR habría validado la acción si el noruego hubiese marcado.
Iago Aspas: Premio a la fe. En uno de los días más grises que se le recuerdan, el moañés no bajó los brazos. Desperdició una de las ocasiones más claras de su carrera al cabecear al palo sin portero y a escasos centímetros de la línea de gol. Tardó en digerir ese fallo, pero resurgió en el descuento. Primero, se inventó un lanzamiento casi desde el centro del campo que no entró por el canto de un duro y, a continuación, provocó el gol en propia puerta de Le Normand mediante un envío tenso y raso al corazón del área.
Seferovic (entró por Larsen): Volvió a rendir mejor que Larsen. No logro superar a Remiro en la mejor oportunidad que el suizo ha tenido para marcar desde que llegó al Celta. Sabe utilizar su cuerpo a la perfección para ganarle la partida a los defensas.
Tapia (entró por Beltrán): Todo le sale mal. Duró siete minutos sobre el césped. En la misma jugada Ortiz Arias le mostró una tarjeta amarilla por un pisotón y otra por realizar objeciones a esa decisión. Más allá de que el peruano no tenía nada que ganar con su protesta, la reacción del árbitro es totalmente desproporcionada.
Óscar Rodríguez (entró por De La Torre): Protagonista en el arreón final de los celestes. En la acción previa al tanto del empate, Sola impidió que un remate del talaverano acabara en el fondo de la portería. Respondió bien como mediocentro tras la expulsión de Tapia.
Cervi (entró por Carles Pérez): Energía para los últimos minutos con el Celta jugando en inferioridad numérica.