Ancelotti exige reconocimiento

Es de los que no antepone su ego al club, la norma con alguno de sus antecesores, pero Carlo Ancelotti tampoco pierde su porte elegante cuando quiere sacar pecho. Este martes en Valdebebas, preguntado por Vinicius y Benzema, se arrancó con una reflexión en la que puso de relieve su papel en este Real Madrid vigente campeón de Europa y coleccionista de títulos. “Para mí, manejar esta plantilla es muy sencillo. La gestiono muy bien”, explicó el italiano. Antes de dar paso a un pequeño speech muy significativo.

Tras ese “la gestiono muy bien” dejó pasar un par de segundos que el responsable de Prensa del club presente interpretó como el final de la respuesta y de la conferencia. “Espera”, le dijo Carletto. “Soy fantástico en la gestión pero hay otras cosas, este equipo está bien trabajado. Si ha ganado la Copa del Rey este grupo habrá ganado en dos años todos los títulos posibles. Hay clubes que no lo han hecho en toda una vida”. Una reivindicación externa pero también interna.

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El origen del malestar de Ancelotti empieza en noviembres. Las derrotas en Leipzig y Vallecas más el empate con el Girona entre finales de octubre e inicios de noviembre enturbiaron el ambiente en el club y empezaron a florecer nombres de posibles candidatos a coger las riendas del equipo. La entidad no cortó aquello de raíz y ese ‘runrrún’ caló en Carletto. Sobre todo porque no habían pasado ni seis meses de su histórico doblete con la Liga 35 y la Decimocuarta... También porque tiene contrato hasta 2024 y siempre ha entendido que se ha hecho acreedor de suficiente crédito como para poder terminarlo.

‘No’ al Chelsea

Es más, como hiciera con la apetencia pública de la Confederación Brasileña de Fútbol de ficharle como seleccionador de la canarinha, el italiano se autodescartó este martes con mucho tacto como posible opción para retornar al Chelsea. “¿Volver? No, tengo esperanza en que Lampard lo va a hacer bien allí”, espetó. Su idea sigue siendo la misma, cumplir este contrato con el equipo blanco y contemplar seriamente una posible retirada (cumplirá este mes de junio 64 años) en su propios términos, dejándolo por voluntad propia y no después de ser destituido. De hecho, su hijo y mano derecha Davide quiere acompañarlo en ese proceso. No emprenderá su aventura como entrenador en solitario de momento, salvo que le llegase una propuesta espectacular de algún equipo italiano o inglés. Su padre, entretanto, se revindica a horas de volver a la batalla en la búsqueda de su quinta Copa de Europa en los banquillos.