Alejandro Irarragorri se marcha de Gijón con los deberes hechos
El presidente desatascó el proyecto Asturias-2030, aprobó las cuentas, se reunió con el personal y vio cómo el equipo se mantiene segundo en la tabla.
Agenda de trabajo intensa pero productiva para Alejandro Irarragorri en su último paso fugaz por Gijón, puesto que el empresario mexicano ya abandonó la ciudad para seguir atendiendo sus compromisos. Apenas dos jornadas le sirvieron al presidente de Orlegi Sports y propietario del Sporting para hacer los deberes y resolver varias cuestiones.
Irarragorri visitó el lunes el estado de las obras de reforma de Mareo. Fue el paso previo a un martes bastante ajetreado que le sirvió para llegar a un punto de encuentro con las administraciones y desatascar el proyecto mundialista Asturias-2030, además de ver aprobadas las cuentas en la junta general de accionistas. De paso, el patrón rojiblanco se reunió con los empleados de la entidad en una espicha que sirvió para despedir el año y trasladar los mejores deseos para el 2024.
La reunión con el presidente del Principado, Adrián Barbón, en la que participó también la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, fue quizá el momento más importante para el presidente del consejo de administración. El plan para que El Molinón sea sede del Mundial-2030 parecía atascado por la falta de un apoyo institucional claro y definido, sobre todo por parte del Gobierno autonómico. El nuevo proyecto de reforma del estadio presentado por Irarragorri en este encuentro, con menor coste y más adaptado a las necesidades, ha servido para recibir el apoyo institucional que ahora falta que se plasme por escrito para comenzar a desarrollar el plan.
Después llegó la junta de accionistas, celebrada en esta ocasión en la sala de prensa de El Molinón y con la asistencia de apenas una treintena de socios. Desde que en 1992 se produjo la conversión del Sporting en SAD, mucho han cambiado las cosas en cuanto a la participación del accionariado y el lugar de celebración. A modo de recuerdo, aquella primera junta general se celebró en el Pabellón de Deportes de La Arena el sábado 5 de septiembre del 92 con la asistencia de nada menos que 635 accionistas y la mayoría accionarial del grupo de constructores que tuvo como portavoz a Eliseo Soto aprobó el nombramiento de un consejo de administración con 16 miembros entre los que ya estaba el fallecido José Fernández, padre de Javier Fernández.
El actual consejo de administración solo lo componen Alejandro Irarragorri, Alfonso Villalva y Martin Hollaender, que ayer participaron en una asamblea muy rápida pues se resolvió en casi tres cuartos de hora con la asistencia del 86,81% del capital social. En la duración coincidió, más o menos, con aquella primera junta general, que se inició con hora y media de retraso por el gran número de acreditaciones que entregar, así como hubo coincidencia en las mayorías que aprobaron todos los puntos del orden del día que planteaba la propiedad del club.
El presupuesto para la presente temporada vuelve a prever pérdidas, en concreto, de 5,8 millones de euros, unos 700.000 euros más que el pasado ejercicio. El Sporting estima que los ingresos totales ascenderán hasta los 22,6 millones, con un crecimiento del 18%, apuntó Martin Hollaender, entre ellos por un incremento de hasta un millón de euros de la recaudación por abonos (4,8 millones), así como por publicidad y patocinios. El secretario José María Segovia y el notario Javier Nogales acompañaron al los tres consejeros en la mesa presidencial.
El nombramiento de nuevos auditores y un par de revelaciones de Irarragorri en el capítulo de ruegos y preguntas fueron los otros puntos destacados de la junta general. El presidente dejó abierta la posibilidad de abrir si es necesaria una nueva ampliación de capital en el futuro y no descartó una próxima venta de la finca La Marruca, que Javier Fernández compró en su día para ampliar las instalaciones de Mareo.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.