Adiós, Diogo Jota
Gondomar despide a la estrella del Liverpool y a su hermano, André Silva, jugador del Penafiel. El pueblo, emocionado, mostró respeto con ovaciones al Liverpool, Bernardo Silva y demás héroes de su selección.
Gondomar, localidad cercana a Oporto, despidió por última vez a dos de sus vecinos más ilustres, Diogo Jota, jugador del Liverpool, y su hermano, André Silva, jugador del Penafiel, club de otra localidad cercana a la ciudad del norte de Portugal.
El fútbol quiso acompañar a la familia de la manera más global. Las rivalidades del campo se disolvían por un sentimiento de pesar que sigue inundando el país. Un país que despide antes de tiempo a un ídolo tanto futbolístico como por su carácter fuera del césped. Su figura y la de su hermano unió para siempre a varios escudos: Liverpool, Oporto, Gondomar, Penafiel, Paços Ferreira… Todos, junto a una selección portuguesa que representaba al país. Una hermandad compartiendo el dolor.
Además de centenares de personas de Gondomar, fueron muchas las personalidades del fútbol que quisieron dar su último adiós a Diogo Jota y André Silva. Una gran representación del Liverpool apareció con dos coronas de flores rojas con los dorsales con los que Jota y Silva jugaron en este último tramo de su carrera. Mucha parte de la plantilla quiso acompañar a la familia de su compañero.
Encabezados por Virgil Van Dijk demostraron, una vez más, que el You’ll Never Walk Alone es más un modo de estar en la vida y también después de ella y no solo un himno que suena en Anfield antes de los partidos. La aparición del equipo red desató una ovación general del público. Pero esta vez, nadie celebraba un gol. Nada había que celebrar. Era el pueblo de Gondomar agradeciendo el respeto que el conjunto de Merseyside venía a mostrar por su vecino más conocido, que hace apenas unas semanas celebraba su primera Premier League. Dos ex reds como Thiago y Fabinho también acompañaron a la familia.
La selección de Portugal estuvo también al lado de la familia de Diogo Jota. Con un semblante serio ante un acontecimiento tan duro e inesperado tras celebrar hace nada la Nations League, apareció Roberto Martínez, su seleccionador, junto a Ricardo Carvalho. También Pedro Proença, presidente de la Federación Portuguesa de fútbol. Luego, Bernardo Silva, que portaba una corona de flores, apareció también entre aplausos del pueblo. Ruben Dias, Bruno Fernandes, Danilo Pereira, Nelson Semedo, João Félix, Jose Fonte, Adrien Silva, Joao Moutinho… A todos quiso Gondomar agradecer su presencia.
En un grupo grande entraron recién llegados desde el Mundial de Clubes João Cancelo y Ruben Neves. El centrocampista de Al Hilal acompañó al que era su gran compañero en la selección portando su féretro.
Tras tocar las diez, comenzó un repique de campanas de funeral y se produjo la entrada de toda la comitiva con los féretros de ambos futbolistas. Dentro, se celebró una emotiva misa que se retransmitió con altavoces para todos los que no pudieron estar en la iglesia. Tras una hora, la familia, absolutamente rota, y todos los presentes abandonaron el templo para celebrar el entierro con mayor intimidad por petición expresa. Solo acompañados por los allegados y unas decenas de vecinos que les esperaban dentro del cementerio de Sao Cosme. Allí ya descansan para siempre, tras un fatídico accidente, Diogo Jota y Andre Silva como eternas leyendas del fútbol luso.
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