Italia, destrozada: "Ya no somos ni un equipo"

La Eurocopa levantada en Wembley hace menos de un año ya es un recuerdo lejanísimo para Italia. Los azzurri han pasado de la euforia a una depresión que parece no tener fin. Ante Argentina, la Nazionale vivió una de las peores noches de los últimos años. Era desde el partido con España en el Bernabéu de 2017, quizás, que no daba una sensación de inferioridad tan clara, sin ni un atisbo de reacción. Mancini había prometido que, en la 'Finalissima', le habría dado espacio al grupo que la había conquistado ganando la Euro. Pero el plan, como en el desastre vivido ante Macedonia, volvió a no funcionar.

Hubo ausencias (Verratti, Insigne, Immobile, Berardi, Chiesa...) pero no suficientes para justificar una actuación tan pobre. El uno por uno de 'La Gazzetta dello Sport' fue durísimo: "Se acabó un ciclo, no parecemos ni un equipo. De Wembley a Wembley, la comparación es humillante". Lo que desconcierta es eso: ¿cómo es posible que Italia haya pasado de reinar en Europa a no clasificarse al Mundial y ser el once tan débil que vimos ayer?

Donnarumma, gracias a un par de paradas, fue el único que se salvó de las críticas. En cambio, para Jorginho ("va a la deriva"), Bonucci ("la 'pasta' ya está blanda"), Bernardeschi ("desaparecido") Belotti ("arriba las cosas van mal"), y varios más, el periódico rosa sacó el látigo. Fue una despedida tristísima para Chiellini, que jugó solo la primera parte, y al que se le va a echar mucho de menos.

Tras el desastre, debería empezar una nueva era, pero Mancini avisó de que reconstruir "será más difícil que hace cuatro años". Porque, y en eso tiene toda la razón, en su grupo hay jóvenes "que ni juegan en la Serie A", campeonato que apuesta cada vez más por el producto extranjero. Es una Italia cansada, casi resignada a una mediocridad interrumpida solo por la maravillosa Eurocopa de hace un año. No se falta a dos Mundiales seguidos por casualidad, los problemas vienen de lejos.