Las luchas externas de Jesé
Con Las Palmas metida en la pelea por los playoff, el delantero uno de sus grandes emblemas está lejos de su mejor momento. En sus últimos 21 partidos, cuatro goles. Tres, de penalti.
Tras muchos vaivenes luego de salir del Real Madrid, leyenda de Valdebebas y un paso por el primer equipo marcado por una grave lesión cuando se había ganado a pulso el apodo de 'Bichito', tan altas eran las expectativas sobre un futbolista que se cambiaba junto a Cristiano Ronaldo, parecía que Jesé Rodríguez volvía a ser el que era en el equipo de su cuidad.
Muy cerca de su barrio de La Feria, donde se eleva defectuoso el Estadio Gran Canaria, Jesé afrontaba su tercera etapa en Las Palmas, donde firmó apenas por unos meses el curso pasado, acaso hasta el 30 de junio, con ganas de ser tan decisivo como se intuía. Y con vistas a ser grande en el equipo de su ciudad a corto plazo, incluida una cláusula de renovación automática en caso de ascenso, contrato de bajo riesgo por apenas una temporada, como desveló hace unos días el diario La Provincia.
Un vigoroso comienzo de temporada le valió para hacerse indiscutible primero con Pepe Mel y después con García Pimienta. Los dos entrenadores que ha tenido este curso siempre destacaron, ni que se hubieran puesto de acuerdo, que Jesé hacía muchas más cosas que marcar le goles que le granjearon un porvenir que apuntaba a leyenda. Sin embargo, su rendimiento está generando un sonoro descenso en su curva de rendimiento durante las últimas semanas.
Bien es cierto que marcó en Ipurúa, mas fue de un penalti que gustosamente le cedió Jonathan Viera. Una semana después, en Ibiza, pasó prácticamente desapercibido por más ganas que le pusiera, inapelable su salida del campo en el minuto 67 para que Rober entrara para jugar el último tramo del partido contra el Ibiza.
Ocurre Jesé anda enfrascado en varias luchas externas, las futbolísticas, tras marcarle los dos goles con los que Las Palmas derrotó al Fuenlabrada el pasado 3 de noviembre: 2-1. Desde entonces comenzó a sufrir un apagón ofensivo que dura hasta el día de hoy. Aquella visita del equipo de la periferia de Madrid se produjo en la 13ª del presente curso liguero, y por entonces Jesé llevaba seis goles. Ahora, tras el partido contra el Ibiza, de la 37ª jornada, acumula 10. Así, en los últimos 22 partidos, de los que solo se perdió uno, apenas pudo perforar cuatro veces la portería contraria, tres de ellas desde los 11 metros, la última hace unos días en la guarida del Eibar.
Unos problemas estomacales, según anunció su entrenador, le impidieron jugar en la jornada 35, cuando el Amorebieta visitó el EGC (1-0). Su regularidad en cuanto partidos recoge que, desde la 12ª jornada, cuando Las Palmas goleó 3-0 al Alcorcón, solo se perdió el mencionado duelo contra el Amorebieta. De momento, en su estadística particular quedan reflejados 35 partidos jugados, 33 de ellos como titular, 2.750 minutos en el césped, 10 goles y seis asistencias. Lucha por un puesto que corre peligro y contra sus propios demonios externas. Mientras, la liga transcurre tan veloz que no tiene tiempo de esperar por nadie, poco importa que sean Las Palmas o Jesé.