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Adama y Alves bajan enteros

El extremo lleva ocho suplencias seguidas en LaLiga y la posibilidad de ejercer la opción de compra se aleja. El lateral, atacado por los problemas físicos, pierde protagonismo.

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ALBERT GEAREUTERS

Los últimos batacazos del Barça, fuera de la Europa League y complicándose por voluntad propia la clasificación para la Champions, también afectarán a las decisiones de futuro del club azulgrana. Ahí entran Adama Traoré y Daniel Alves, los dos fichajes del mercado de invierno que se han ido cayendo. Si Ferran (excepto en sus últimos partidos) y Aubameyang representan el lado fuerte de las incorporaciones de Mateu Alemany, el extremo y el lateral son el eslabón débil de la cadena de refuerzos. Su futuro en el Barça no está claro.

Derrotado por Dembélé, Adama ha sido suplente en los últimos ocho partidos de Liga, en los que apenas ha sumado 63 minutos. Flojo en los partidos de Europa League contra el Eintracht, Xavi ha ido perdiendo confianza en él paulatinamente después de unos primeros días exuberantes como culé en los que impresionó contra Atlético de Madrid o Nápoles en el Estadio Diego Armando Maradona. Todo el mundo se preguntó entonces por qué el extremo de L'Hospitalet no había tenido más minutos hace tiempo en los Wolves. Se dio por hecho, incluso, que el Barça se haría cargo de la opción de compra (30 millones de euros) aprovechando que el Wolverhampton tiene el mismo tipo de cláusula con Trincao. Pero ese inicio chispeante se ha ido atenuando; y la continuidad de Adama ya no es una prioridad para el Barça. A cinco jornadas del final de Liga, al delantero le costará cambiar esa dinámica y variar la idea del club.

El caso de Alves también es peliagudo. Memorable también en su retorno, en especial en el partido contra el Atlétco de Madrid, que cerró con un golazo celebrado de manera icónica mientras en el Camp Nou se rendía al viejo ídolo, no fue inscrito en la Europa League y en LaLiga, donde debía ser indiscutible, ha ido perdiendo protagonismo. Su rendimiento ha bajado y han aparecido molestias físicas (no pudo ser titular ante el Madrid y luego sufrió una lesión contra el Levante que no le deja tranquilo). Con contrato hasta junio y sin cláusula de renovación automática, lo de Alves va a resultar todo un dilema moral. Nadie puede negar que el brasileño contagió buen rollo y un buen chute de adrenalina a su llegada, espíritu ganador y detalles futbolísticos que necesitaba el equipo. Por momentos, su posible continuidad se recibió con entusiasmo en el entorno culé. Y casi como una obligación. Pero esa impresión general ha variado con los últimos resultados, como todo en el fútbol. Y ahora, ni su estrecha relación con el presidente, Joan Laporta, la que le permitió volver al Barça; ni su buena relación con Xavi, compañero de batallas durante tantos años en el equipo de los dos tripletes, podría ser suficiente para que Daniel alargue el sueño de Can Barça un año más como puente hacia el último gran desafío de su carrera, el Mundial de Qatar.

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