MIRANDÉS 0 - REAL VALLADOLID 1

Aprobados y suspensos del Pucela: Tres puntos y gracias

El Real Valladolid sufrió lo indecible para ganar en Anduva, donde el Mirandés fue superior durante muchos tramos, pero decidió el gol de Aguado.

Valladolid
REAL VALLADOLID

El Real Valladolid sufrió muchísimo para sumar tres puntos en Anduva ante un Mirandés que demostró la razón por la que llevaba cuatro victorias consecutivas como local. El cuadro de Etxeberria fue superior en muchos tramos de partido, pero los blanquivioletas acabaron solidificándose tras recibir muchas ocasiones en la primera parte e hicieron valer el tanto de Aguado en los primeros compases.

Masip: Tan amenazado que debió salir en largo más de lo habitual. Exigido; el Mirandés se encontró tres veces con los palos. Evitó en la misma escuadra el empate de Camello al borde del descanso. También, más tarde, un tanto de Íñigo Vicente.

Luis Pérez: Sufrió bastante, ya que el rival percutía sobre todo por su zona con claridad. Intentó asomar en campo rival, aunque sin excesivo éxito. Eso sí, fue a más con el correr del reloj. Cumplirá ciclo contra la Real Sociedad B.

Joaquín: Va a tener pesadillas durante días con las principales referencias del Mirandés. A Camello le quitó alguna intentona buena en el primer periodo. Expeditivo y contundente, terminó tieso y dolorido.

Josema: Las pasó canutas cuando Camello flotaba y con las acometidas de Riquelme. Sin grandes errores, pero superado en acciones de velocidad. Fue a más con el paso de los minutos. Fue sustituido con molestias.

Nacho: Anduva pidió penalti sobre Hassan por una acción defensiva suya quizás mejorable, que quedó en nada. Como Luis Pérez y Roque Mesa, vio una tarjeta que acarreará sanción.

Monchu: Casi sin mácula, pero sin demasiada influencia en el juego. En defensa, no pudo abarcar cuantos movimientos sucedían a sus espaldas. Vio la roja directa por una entrada incomprensiblemente dura a Hassan.

Aguado: Del triángulo interior fue quien mejor estuvo. Peleado con el gol durante muchas semanas, se reencontró pronto con él. Su despliegue físico vino bien en algunos malos momentos, que los hubo a menudo.

Roque Mesa: Intenso en el inicio, pero desaparecido y desacertado en esos momentos en los que el Mirandés voló en la primera mitad. Bajó un ratito a la base en la segunda, para favorecer la salida, antes de ser cambiado.

Iván Sánchez: Volvió al costado diestro, pero se le vio menos metido que en partidos anteriores. Al contrario que en estas, tocó poco balón y no incidió en ninguna fase. Cuajó su partido más gris desde que es titular.

Plata: Dio la asistencia a Aguado, pero no le salió nada de lo que intentó antes del descanso. Apareció tímidamente en la reanudación, aunque, bien por desacertado o bien por las molestias que arrastraba, se fue sustituido pronto.

Weissman: No le llegó el balón, con el Real Valladolid a merced del Mirandés durante demasiado tiempo. Se marchó sustituido prácticamente inédito, pues solamente tiró una vez, y el cuero se le fue fuera.

También jugaron en el conjunto de Pacheta:

Anuar: Se desfondó como acostumbra, saltando líneas y oxigenando al equipo, que lo agradeció. Llegó al área contraria varias veces, aunque no pudo rematar.

El Yamiq: Entró para tratar de aliviar la situación defensiva, después de mucho sufrimiento. Puso orden en el regreso de los tres centrales y realizó varios despejes.

Hervías: Ayudó a Luis Pérez en defensa. Tuvo la sentencia con el tiempo casi cumplido, tras un resbalón de Imanol, pero se le marchó por poco.

Kiko Olivas: Entró a la fuerza por los problemas físicos de Josema y le dio tiempo a intervenir en la defensa de varios envíos al área.

Cristo: Inédito. No estaba quizás el partido para él, pero tampoco hizo porque lo estuviera.

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