El Valladolid se alía con los palos

El Real Valladolid sumó tres valiosos puntos en su visita a Anduva (0-1). El tanto de Aguado decidió un encuentro en el que el Mirandés mereció mucho más. Hasta en tres ocasiones se toparon los rojillos con el palo. El partido se puso muy pronto de cara para los intereses visitantes. A los tres minutos, Meseguer realizó una mala entrega que los visitantes penalizaron de inmediato. Gonzalo Plata encontró a Aguado en el interior del área y el jugador jienense no perdonó ante el meta rojillo (0-1). Reaccionaron los pupilos de Etxeberria que a punto estuvieron de lograr el empate en un disparo de Brugué que se golpeó en el travesaño.

Superado el primer cuarto de hora, Álex López probó fortuna desde la frontal, pero Masip atrapó su disparo sin complicaciones. El conjunto jabato inclinó el partido hacia el lado vallisoletano, aunque el equipo de Pacheta también afiló sus colmillos a la contra. Iván Sánchez se hizo hueco para el remate, pero Jorge Sáenz taponó de forma providencial la intentona. El choque tenía ritmo e intensidad. De un área se llegaba a la otra. La réplica jabata de nuevo llegó de las botas de Brugué. El extremo catalán recibió el servicio de Carreira desde el costado derecho y otra vez el palo evitó la diana.

Acto seguido, el empate pudo llegar en una jugada a balón parado desde la esquina. Camello cabeceó ligeramente desviado ante la pasividad de la zaga blanquivioleta. Sufría el Valladolid ante la insistencia local que rozaba la igualada. Dicen que no hay dos sin tres. Y por tercera vez los rojillos se toparon con el poste antes del descanso. 'Roro' Riquelme ejecutó un lanzamiento que volvió a repeler la madera para alivio del meta Masip. Las oportunidades se sucedieron. Camello disparó a la media vuelta y Masip dejó su huella bajo palos al despejar el cuero a mano cambiada. Su parada evitó que al descanso se llegase con igualdad en el marcador.

El paso por los vestuarios reseteó al Valladolid que estuvo cerca de ampliar la ventaja con un testarazo de Weissman que se marchó desviado. También lo intentó Roque Mesa con idéntico destino. El Mirandés volvió a coger las riendas del partido. Masip se multiplicó para despejar por bajo los remates de Camello e Íñigo Vicente. Pacheta incrustó a El Yamiq en la zaga situando una defensa de cinco para tratar de contener las acometidas locales. El público se impacientó con las continuas pérdidas de tiempo del cuadro pucelano. Monchu fue expulsado con roja directa en el añadido. Siguieron insistiendo los jabatos, pero el Valladolid aguantó el chaparrón en la recta final.