Darder, infancia colchonera
El mejor jugador del Espanyol era de niño seguidor del Atlético de Madrid, como reconoció su padre recientemente. Ahora, el centrocampista está en vías de renovar con el club perico.
En la casa de los Darder, en Artà (Mallorca), los goles del Atlético de Madrid se celebraban con sonoridad. Luego, pasaron a ser los del Málaga, Olympique de Lyon y Espanyol, pero aquellos domingos a las 17:00 de la década de los 90 el actual mediocentro perico y su familia eran seguidores del club rojiblanco. "Veo los partidos del Espanyol, del Mallorca y del Atleti. En casa, desde pequeños somos del Atleti", sintetizó su padre recientemente en SER Baleares. Incluso "hubo conversaciones con el Atlético en el pasado", detalló el progenitor.
El furor de los Darder por el Atlético se ha tornado desde hace muchísimo tiempo en sentimiento blanquiazul, pues el mediocentro llega al Wanda como líder de un equipo salvado. Nadie duda en el Espanyol que Darder está en el mejor momento de su carrera, como indican también sus números: tres goles, nueve asistencias y es el segundo mediocentro, detrás de Luka Modric, con más conducciones exitosas. La última, ante el Celta, un eslalom dentro del área para sortear a dos rivales y poner un pase de gol. También fue suya la recuperación y la asistencia a Wu Lei en el 1-0 con el que finalizó el encuentro.
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De hecho, el último gol del Espanyol en el Wanda Metropolitano fue del propio mallorquín, en la campaña 2019-20, la del descenso del Espanyol. Porque Darder ha estado a las duras y a las maduras. El entonces director deportivo Ramón Planes no contó con él en 2012 cuando debía ascender al primer equipo, pero después de su éxito en Málaga y Lyon regresó a razón de ocho millones. Darder, el irrompible (solo se ha perdido 15 partidos de Liga en cinco años) y el líder, sintetizado su mensaje en el 'Darderismo', concepto que se acuñó en el verano de 2018 cuando declaró que "pensamos en ganar la Liga".
Un pensamiento que llevó al Espanyol a Europa 12 años después, posteriormente a un traumático descenso y ahora de nuevo a la zona media de Primera. Un Darder que necesitó acudir al psicólogo para abrir la mente, como ha reconocido en numerosas entrevistas. Con Vicente Moreno, además, ha encontrado un entrenador que le ha moldeado y ha implantado nuevos recursos en su juego. El jugador cuece a fuego lento su renovación, cuyo contrato expira en 2023. Tiene 28 años y quiere pasar todavía más a la historia del club perico. Conquistar el Wanda Metropolitano es un primer paso.