Darder: "No morí, pero quedé muy tocado y he logrado resucitar"
Una de las figuras imprescindibles del Espanyol en este 2021 repasa en AS, entre el fútbol y la psicología, las claves de un año histórico, la actualidad y el porvenir.
Camaleónico, analista, muy futbolero, incluso disfrutón, agradecido, algo esotérico y cortoplacista. Pero, sobre todo, liberado. Así se muestra Sergi Darder, quien pasa la Navidad en esa cuna de deportistas de elite que es Artà (él, Enric Mas, Abdón Prats...), y que conversa largo y tendido con AS –en la tradición ineludible de cada 25 de diciembre en este diario– sobre la actualidad del Espanyol, este histórico 2021, los retos que vienen y sobre su propia metamorfosis.
Le sitúo en el 25 de diciembre, pero de 2020. ¿Se hubiera imaginado hace un año cómo estarían hoy el equipo, el club, la afición…?
Veníamos de sufrir contra el Almería y nos quedaba mucho más padecimiento por delante para subir. Y el inicio de esta temporada ya en Primera, como todo siempre mejorable, ha sido muy bueno. Hace un año todos habríamos firmado estar como estamos.
¿Definiría 2021 como el año de la liberación?
Sí. Llevábamos un tiempo muy bien en cuanto al crecimiento del club y sucedió un accidente. Yo mismo no diré que morí pero sí quedé muy tocado, y por suerte he logrado resucitar. Si borramos el año del descenso, el Espanyol sigue con el camino que tenía marcado antes de la pandemia.
¿Hubo alguien más feliz que usted el día del ascenso?
Seguro que otros disfrutaron más. Yo lo que sentí fue esa liberación que decía. Era un deber, sobre todo para los canteranos. Que nadie nos pudiera decir que habíamos dejado al equipo en Segunda, moribundo. Mire el Depor… Podía ser el inicio de un desastre total.
Ese compromiso debió de ser determinante para quedarse tras el descenso, a pesar de contar con ofertas…
No fue nada fácil, no es que digas ‘me quedo aunque llegue una oferta de 50 millones’. Hay que ser realista: por mucho sentimiento que tengas, cuando te ofrecen más dinero o te dicen que jugarás en Primera, te lo ponen difícil. Muchos tuvimos la opción de irnos, y más que nosotros fue el club el que hizo un esfuerzo importante por mantener la base. Podrían haber dicho que aquí no servía nadie, que se cargaban a 20 jugadores, pero fueron conscientes de que era un accidente: la plantilla valía y éramos mejores de lo que habíamos demostrado.
"Muchos tuvimos la opción de irnos, y más que nosotros fue el club el que hizo un esfuerzo importante"
Ahora lo están demostrando, pero exclusivamente en Cornellà. ¿A qué lo atribuye?
Estar juntos nos da mucho, notamos la fuerza de la afición, aunque en casa hemos hecho partidos en los que no merecimos tanto, y fuera otros en que debimos sumar más.
¿Lo del mal bagaje fuera tiene alguna lógica?
No. Lo hablamos a veces con el míster, con el segundo o entre nosotros, pero es que los planteamientos son los mismos. No es que digas que en casa juegas ofensivo y fuera, a especular. La idea se repite. Todo es igual pero no acabamos de estar cómodos, sobre todo los primeros minutos. No le encuentro una explicación.
¿No le gustaría un planteamiento menos reactivo?
A mí me gustaría tener el cien por cien de la posesión cada partido, pero ganar en Primera hoy cuesta la vida. Incluso en la Copa se ha demostrado. Nuestra facilidad, con respecto a muchos equipos, es que nos adaptamos a todas las situaciones. Jugar más al error del rival que a nuestro acierto a menudo no nos va mal. No necesitamos exponernos mucho porque sabemos que tenemos mucho talento delante, que no precisamos 50 ocasiones para marcar.
"Jugar más al error rival que a nuestro acierto a menudo no nos va mal"
¿Había estado en alguna plantilla con más centrocampistas de toque?
En Lyon había mucho jugador diferencial, pero es cierto que este año tenemos un mediocampo muy jugón, sí. También contamos con laterales muy profundos; no les vamos a decir que la toquen con lo verticales que son. Se puede decir que el equipo está descompensado en alguna fase, porque no todos jugamos a lo mismo, pero por eso mismo estamos tan bien. Porque tenemos muchas variantes: si no nos dejan correr, tenemos fútbol; si nos tapan por dentro, tenemos velocidad; Raúl (de Tomás), que se adapta a todo… Muchos rivales son mejores que nosotros en ciertas cosas, pero no se adaptan como nosotros. Es nuestra ventaja.
Otros mediocampistas son los que vienen: Gori, ahora lesionado, o Roger.
A Gori lo conozco mucho. Su lesión fue una lástima porque llevaba un crecimiento bestial. Cuando subió, hará dos años, pintaba bien pero se le veía verde. Ahora le veía preparadísimo para competir con nosotros, si hubiera tenido que jugar 25 partidos en Primera habría respondido de una manera espectacular. Volverá mejor. A Roger lo conozco menos, pero lo poco que he visto de él también pinta muy bien.
¿Asistimos a la plenitud futbolística de Sergi Darder?
Hace tiempo que me dijeron que por mi perfil, por mi personalidad y carácter, estaría mejor conforme pasaran los años. Y así creo que ha sido. Ahora tengo muchísima confianza en mí mismo, cosa que jamás me había sucedido. Siempre dudaba de mí mismo. Los entrenadores lo hacían y yo, en lugar de creérmelo, me preguntaba por qué confiaban en mí. Ahora no es que sea un flipado, pero me he dado cuenta de que puedo adaptarme a muchas circunstancias, que he superado muchas dificultades. Cuando tocas fondo y te recuperas, cuando recibes un guantazo y lo aguantas, es cuando más fuerte te sientes. Eso es lo que me ha pasado. Ahora mismo, estoy en mi mejor momento.
“Cuando aguantas un guantazo te sientes fuerte: es mi mejor momento”
¿Cuál es el grado de culpa de Vicente Moreno?
Es que ha sido el entrenador que ha vuelto a ponerme en mi sitio. Para mí, eso ya lo es todo. Si llega y me pone en banda, igual es hasta mejor y meto 20 goles, pero yo creo que me hubiera costado mucho más. Vicente Moreno creyó en mí cuando ni yo creía.
Y usted se lo devuelve: además de su juego, presiona como un delantero en la salida de balón, por ejemplo.
Sí, porque me veo capaz de hacer más cosas. Si jugaba ante un centrocampista más físico, salía pensando ‘este hoy se me comerá’. Ya salía pensando más en no fallar que en no acertar. Y físicamente también estamos muy bien, tiene mucho mérito, lo cual me beneficia.
También intenta más el disparo.
En el Málaga esa había sido mi principal virtud. El golpeo desde fuera. En el área se me complica un poco más (sonríe). Pero al final todo es esa confianza. Todo jugador en Primera es bueno, de lo contrario no llega. La cabeza hace que rindas mejor o peor. Seguramente hace dos años todo el mundo me quería fuera del Espanyol, y era lógico. Todo es psicológico.
"Me devolvió a mi sitio, eso lo es todo. Creyó en mí cuando ni yo creía"
¿A qué nivel pone la preparación mental respecto a la física y al talento?
Para mí, es más importante. El fútbol lo tienes. Las condiciones físicas, también. Pero si la cabeza no está bien, no podrás desplegar esas virtudes. Ayuda mucho a hacerlo bien e incluso a tener regularidad.
¿Es importante asumir que también la suerte juega?
Yo en eso he creído siempre. Mi debut en Primera es un ejemplo. Subí al primer equipo del Málaga una pretemporada, pero de cinco o seis del filial era el que menos jugaba, hasta el último partido del verano en el campo del Aston Villa. Me fue bien, marqué un gol y fui titular en la primera jornada de Liga. En cambio, si ese partido en Inglaterra me llega a ir mal dudo que hubiera jugado en Primera, siendo el talento el mismo.
En esa plenitud, ¿uno sueña con la Selección?
Soñar no, porque lo realmente importante para mí es el club, la Selección es el premio a hacerlo bien en tu equipo. Por eso en lo que sueño es en entrenarte y jugar bien. Y si va a salir una lista y sabes que tu nombre ronda las preselecciones, que hay una pequeña opción, siempre piensas. Pero nunca he perdido mucho tiempo, porque no depende de mí. Claro que me gustaría ir, pero también asumo que el nivel que hay en el centro del campo es una barbaridad.
Quien sí consiguió ir fue Raúl de Tomás. ¿Cuál es su relevancia en el engranaje de este Espanyol?
Todo. Porque, al ser un equipo tan camaleónico, consigue que nos adaptemos a él. Si tú solo tienes a un delantero grande, tienes que abusar de los centros. Pero Raúl es tan completo que nos podemos adaptar a todo. Es la base, es tan determinante que sabes que aunque estés haciendo un mal partido le bastará una para hacerte una ocasión: en jugada, una falta, un córner… Peligro. Para nosotros, todo eso es vital.
“Tan camaleónicos somos y él tan completo que nos adaptamos a todo”
A seis puntos del sexto y ocho del descenso, dígame la verdad: ¿cuánto se ha hablado de Europa en el vestuario?
Si le soy sincero, yo aún no he escuchado hablar de Europa. Tampoco he oído hablar del descenso. Si pensamos en una u otra cosa, nos pondremos nerviosos. Una de las claves es que estamos disfrutando y que no miramos al largo plazo, que para mí es algo que ha faltado en casi todos los equipos donde he estado.
Mencionaba su debut en Primera, que fue en Mestalla, donde acabará este 2021. ¿Será como una guinda?
Con el Valencia tengo algo especial: contra ellos debuté en Champions, en Liga, sufrí mi primera expulsión… Y ahora acabaré el año contra ellos. El destino me está metiendo al Valencia hasta en la sopa. Será un partido guapo, Mestalla es un campo en el que siempre me ha gustado jugar, al que le tengo ganas.
"El destino me está metiendo al Valencia hasta en la sopa. Será un partido guapo"
¿Pensaba que iba a terminar la entrevista sin que apareciera la palabra ‘Darderismo’?
(Ríe) A mí me gusta porque significa ambición. Es creer que todo es posible. No me importa que se hable, al contrario.
¿El Darderismo en 2022 puede ser un ‘sorpasso’ al Barcelona?
Seguramente le gustaría más a la afición que al jugador. La rivalidad siempre estará, si podemos quedar por delante, mejor, pero debemos ser realistas y, por muy mal que esté, el Barça aún puede gastarse mucho más en fichajes. Tenemos que focalizarnos en nosotros.
"Seguramente le gustaría más a la afición que al jugador; la rivalidad siempre estará..."
¿Cuál es su deseo navideño para la afición del Espanyol?
Sobre todo, tenerlos en el estadio. Que las circunstancias lo sigan permitiendo. Que disfruten como nosotros lo estamos haciendo. No me gustaría que dejasen de hacerlo porque perdamos algún partido. Que estén con nosotros, porque haremos todo lo posible para que estén contentos. Juntos somos muy fuertes.