El último baile de Callejón
El español recibió tras dos años de espera la emotiva ovación de Nápoles. En junio le toca la última decisión de su carrera: puede volver a LaLiga.
Los tifosi del Nápoles, hace justo una semana, vivieron una tarde para olvidar. Llenaron al Maradona por primera vez al 100% tras la pandemia, y lo hicieron con la ilusión de seguir luchando por el scudetto ante Milan e Inter. La Fiorentina, sin embargo, con un triunfo merecido complicó muchísimo el camino de los partenopei hacia el tricolore, como pasó en 2018. Mañana les tocará batir a la Roma de Mourinho para seguir teniendo esperanzas y no dejar escapar a los milaneses, que ganaron sus encuentros el viernes.
A pesar de la derrota, los tifosi pudieron vivir un momento que recordarán con cariño. Ocurrió en el minuto 85’, cuando saltó al campo José María Callejón. La pandemia había hecho terminar de la manera más triste su aventura napolitana, la más importante de su carrera.
En siete temporadas sumó 349 partidos, 82 goles y 79 asistencias, sin lesionarse ni parar nunca. Se fue como agente libre en 2020, y, a falta de acuerdo con el club, decidió jugar gratis en julio y agosto para terminar la temporada a las órdenes de Gattuso.
No pudo tener lugar, entonces, una despedida en condiciones ante los hinchas que siempre le han admirado por su entrega y su silenciosa profesionalidad… Hasta el pasado domingo. El español disputó los últimos 10 minutos del choque (descuento incluido), y cuando saltó al campo recibió la ovación del Maradona, que empezó a aplaudirle mucho antes de que se anunciara su nombre por la megafonía.
El extremo entró bien, rozó el gol del 4-2 y, segundos después del pitido final, mientras la Fiore celebraba, se fue a darle consuelo a sus excompañeros. Otro gesto de los suyos que en Nápoles recordarán.
Su situación en la Fiorentina no es sencilla. Tras un año sin protagonismo con entrenadores (Iachini y Prandelli) que utilizaban una zaga de tres incompatible con sus características, Callejón volvió a brillar con la llegada de Vincenzo Italiano. El exmadridista fue uno de los protagonistas del positivo arranque de temporada de la Viola, siendo titular en 11 partidos de los primeros 15, con un gol y dos asistencias.
A partir de enero, sin embargo, el motrileño tuvo cada vez menos minutos debido al fichaje de Jonathan Ikoné. Fue una inversión importante (15 millones de euros) para un futbolista talentoso y joven (23 años), que acabó dejando casi sin espacio a Callejón. Ayer, de hecho, Italiano volvió a dejarle en el banquillo durante la victoria por la mínima conseguida ante el Venecia.
Su contrato con la Fiore caduca en junio, y en estos meses el extremo tendrá que tomar la última decisión de su larga carrera. Está físicamente muy bien, como siempre (no se ha perdido ni un partido por lesión desde que llegó a Italia en 2013), y lo único que necesita es recuperar ritmo de partido. Ha recibido varias ofertas desde ligas exóticas, pero le fascina un último periplo en LaLiga, donde tampoco le faltan propuestas. Con 35 años y tras nueve viviendo en Italia, podría haber llegado el momento de volver a casa.