Marciniak, el árbitro al que una expulsión le cambió la vida, dirigirá el Real Madrid-Chelsea

El Real Madrid y el Chelsea ya conocen el árbitro que dirigirá el partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions League entre ambos. El encuentro, que se disputará en el Santiago Bernabéu tras el 1-3 a favor del Madrid en Stanford Bridge, estará dirigido por el polaco Szymon Marciniak, que contará con la ayuda de sus compatriotas Pawel Sokolnicki y Tomasz Listkiewicz en las bandas y de Srdjan Jovanovic como cuarto árbitro. En el VAR estarán Tomasz Kwiatkowski y Bartosz Frankowski.

Marciniak es un joven colegiado de 40 años, nacido en la ciudad polaca de Plock y que es internacional desde 2011. Su designación es un buen augurio para los blancos, ya que nunca han perdido en Champions con él como colegiado principal, mientras que nunca ha dirigido un encuentro del Chelsea. La primera vez que arbitró al Real Madrid fue en la temporada 2015/16, cuando los madridistas vencieron por 2-0 a la Roma de camino a su 11ª 'Orejona'.

En las dos siguientes ediciones, que también ganaron los blancos, coincidieron dos veces. En la 2016/17, en el empate a 2 ante el Borussia Dortmund, y en la 2017/18, en otro empate a 1 ante el Tottenham. Todos esos encuentros fueron en el Santiago Bernabéu, como el del próximo martes. Además, esta temporada Marciniak ya ha arbitrado al cuadro de Ancelotti, ya que fue el encargado de dirigir el partido en Moldavia ante el Sheriff, en el que los blancos se impusieron por 0 a 3. Kwiatkowski también estuvo ese día en el VAR.

Sin embargo, no todo han sido victorias cuando han coincidido con él. En la temporada 2018/19 fue el encargado de dirigir la final de la Supercopa de Europa, en la que el Atlético de Madrid se impuso en la prórroga a los blancos. Además, Marciniak ha coincidido con Kwiatkowski una vez estando ambos en el VAR en un partido del Real Madrid. Fue en la temporada pasada, en la derrota de los madridistas por 2-3 ante el Shakhtar.

Una expulsión como jugador le cambió la vida

Szymon Marciniak tiene, además, una curiosa historia detrás. El polaco fue futbolista antes que colegiado y jugaba en el modesto Wisla Plock, el equipo de su ciudad natal. El propio colegiado ha hablado en alguna ocasión de su etapa como jugador, reconociendo que era "un líder pero, para ser sincero, estaba un poco loco". Por tanto, sus primeras tomas de contacto con la profesión del arbitraje llegaron del otro lado, del de jugador.

De hecho, en una ocasión fue expulsado. "No estaba de acuerdo con la decisión del árbitro y se lo dije con palabras irreproducibles... Le dije que era uno de los peores árbitros que había visto en mi vida. Él me contestó. De acuerdo. Si piensas que es un trabajo fácil, intenta hacerlo", explicó en su momento. Las palabras de aquel árbitro le calaron hondo y dos semanas después comenzó a prepararse para ser colegiado.

Durante un tiempo compaginó ambas labores, la de jugador y la de árbitro, hasta que fue ascendiendo. El Centro de la UEFA para la Excelencia del Arbitraje (CORE) le seleccionó como representante de Polonia y se puso en las manos de David Elleray, la persona "más importante" de su carrera. 11 años después de convertirse en internacional, ha arbitrado 33 encuentros de Champions y guarda una estrecha relación con el colegiado que decidió expulsarle en su día y que le cambió la vida.