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ITALIA

"Una camiseta obscena, como el juego del equipo"

El Milan se estrelló en casa contra el Bologna y ve perder su ventaja en cabeza de la tabla. Lo hizo estrenando una camiseta que ha levantado ampollas entre la hinchada rossonera.

Brahim conduce el balón ante el Bologna con la camiseta alternativa del Milan.
AFP7 vía Europa Press

Dolió mucho en la mitad de la ciudad de Milan cada parada de Skorupski el lunes. El portero polaco del Bologna fue el héroe necesario para que el club de la Emilia-Romaña sacara un punto (0-0) de San Siro en una noche que los hinchas del Diavolo veían como capital para no dejarse engullir en la lucha por un scudetto que está apretadísimo. El Inter venía de ganar a lo grande en Turín —a lo grande porque ganó sin merecerlo, algo necesario para conseguir títulos— y el Nápoles había tomado Bérgamo, también en un partido donde los locales merecieron más.

Así se plantó el Milan de Pioli en el partido que cerraba la jornada, con Inter y Nápoles en el cogote. Había que ganar a un Bologna que navega tranquilo en tierra de nadie. Y al Milan no se le ocurrió otra que estrenar su camiseta alternativa, una elástica blanca con las tradicionales rayas rojas y negras superpuestas en la banda central, como apareciendo sobre una parte arrancada de la tela a modo de retal para descubrir de fondo los tradicionales colores del Diavolo. En su presentación ya causó estupor y puso de acuerdo a hinchas de todos los colores. Pero fue peor durante y después del partido.

La afición del Milan no está para bromas. Desde 2011 no se gana un Scudetto. La temporada pasada el equipo se vino abajo en la parte final y claudicó ante el Inter. Ahora no puede suceder lo mismo y cualquier detalle cuenta. Pero el equipo de Pioli se estrelló en Skorupski una y otra vez y las iras se encaminaron también a esa camiseta. Ironías del destino, Milán, la capital de la moda, no podía permitirse un atentando estético como el perpetrado, debieron pensar los aficionados rossoneri, que se pusieron de acuerdo en las redes sociales.

Y es que el Quadrilattero della Moda tira mucho. Una afrenta al barrio Brera, prácticamente. "Es una camiseta obscena, como el juego del equipo", se podía leer en las redes a un angustiado hincha. "Horrible" era casi un eufemismo utilizado por muchos. "Es una mierda y además ha traído mala suerte", concluía otro atendiendo a lo que se jugaba el equipo. No faltó tampoco algún defensor de la nueva tendencia, silenciado eso sí por una turba excitada, quizá por lo inválido del resultado contra el Bologna.