Iago Aspas: "Mi libreta de números no es flor de un día"
El jugador del Celta atendió a AS en vísperas de recibir al Real Madrid. Repasó su trayectoria desde la infancia hasta hoy y habló del futuro.
La estrella del Celta, Iago Aspas (Moaña, 1987), atendió a AS en la Ciudad Deportiva Afouteza en un ambiente distendido y tranquilo. Habló de su trayectoria en el equipo vigués, desde la infancia hasta la actualidad. Elogia al Real Madrid, con el que admite que hubo un tanteo en 2018.
Empecemos con un saludo (Aspas escucha un audio de su hija Mia): "Papá, te quiero mucho. Eres el mejor metiendo goles".
Eso pone muy feliz a uno, cuando es la familia y los niños.
¿Es mejor que un gol en el noventa?
Pues sí. Cuando eres padre, lo notas y lo sabes. Meter un gol es una alegría, pero vivir con los niños es una alegría diaria.
¿Le ha cambiado la paternidad?
Yo creo que sí. Ahora veo todo con más calma, tengo más tranquilidad. Antes era más rosmón dentro del terreno de juego. La familia y los años te dan ese poso.
Nos mandaron también esta otra pregunta (Aspas escucha un audio de su hijo Tiago): "¿Papá, cuándo metes los tres goles para llevar el balón a casa?
Últimamente esta temporada me lo preguntan los niños continuamente. Hace dos años hubo un partido que metí tres goles, ahora llevo dos años sin meterlos y cada vez que acaban los partidos me preguntan: "¿No trajiste el balón hoy?". Sobre todo cuando vengo de viaje, cuando van a Balaídos ya saben que no los metí. Espero meter alguno en los nueve partidos que quedan.
Lo que está claro es que a Tiago le gusta tanto el balón como a usted.
La verdad es que le gusta. Unos días más y otros, menos. Cuando va a entrenar, está con los amigos y sí que le gusta más. Luego ve los partidos del Celta. Pero es un niño, tiene cinco años y le gusta también ver los dibujos, internet, los youtubers...
¿Se ve reflejado en algo en su hijo?
Sí, en que es zurdo cerrado. Le pasan el balón a la derecha y ni para apoyar.
La Inteligencia Artificial indica que es el segundo con mayor valor en conducciones, sólo por detrás de Vinicius. ¿Cómo aprende uno a conducir con la cabeza erguida?
Pues ese dato no lo sabía. Aquí tenemos muchos datos, sobre todo en temas físico, pero no sabía ese dato. Es un orgullo. Mi fútbol estos últimos años ha evolucionado hacia la velocidad, el desborde, la conducción con la cabeza levantada para ayudar a los compañeros.
Otro dato de la IA de Olocip señala que es el segundo mejor de su posición en selección de tiro. ¿Está pendiente constantemente de su colocación en el campo hacia la portería?
Sí, sobre todo en los últimos metros. Yo no busco tirar por tirar. A lo mejor cae un rechace al borde del área y si no sé que lo puedo meter, no tiro por tirar con el empeine recto. Cuando entro en el área o en el balcón del área siempre voy buscando un hueco donde meter el balón. Yo nunca suelo tirar de empeine porque no sé dónde dirijo yo el balón. Siempre busco más el golpeo de interior para buscar un sitio de confianza donde meter el balón.
Siguiendo con la IA, todos los datos recabados de noviembre hasta hoy señalan que debía estar en la lista de la Selección.
Pues eso lo tendrá que decir Luis Enrique. Yo trato de hacerlo bien aquí y a ver si hay otra oportunidad.
¿Le frustra, le enfada o le decepciona no ir convocado?
Las primeras veces sí que estás más decepcionado. En el último año y medio no fui y ahora ya no estoy tan nervioso o tan ansioso esperando la lista para ver si estoy o no, como me pasaba al principio.
¿Ha perdido la esperanza de ir al Mundial?
La esperanza es lo último que se pierde. Yo trato de marcar el mayor número de goles, dar las máximas asistencias posibles y estar lo más arriba posible con mi equipo. No me veo lejos, pero está más difícil porque no he ido en estos dos últimos años.
Si acaba la Liga como máximo goleador nacional, ¿sería sostenible que no fuera al Mundial?
Pues eso podría ayudar. Los goles y esa repercusión siempre la vas a tener. Estando en el Celta no te la pasan Kroos y Modric, es más difícil, pero como le digo siempre a Nolito, al acabar la temporada sacaremos la libreta y ahí veremos los números de todos los años. No es flor de un día o una temporada que te salga buena.
¿Cómo ve la carrera por el Zarra?
Siempre ha sido dura estos últimos años. Desde que volví al Celta, siempre estuve entre los dos o tres primeros. Ahí se ve reflejado el trabajo diario.
¿Le obsesiona ganar un título con el Celta?
Obsesionar tampoco, pero uno va cumpliendo los años, se va acercando el final y yo siempre dije que quería retirarme con un título. Por sensaciones no sé cuándo me voy a retirar, porque me encuentro bien, pero supongo que con el paso de los años lo iré notando.
¿Se ve como Joaquín, jugando hasta los cuarenta?
No lo sé, a día de hoy me encuentro muy bien. Quién sabe. Tengo un año más de contrato, todavía no hemos hablado de la renovación, pero el club y yo vamos de la mano, no habrá ningún problema. Me retiraré en el Celta.
¿Alguna vez hubo opción real de salir en los últimos años?
Opción real como tal, no. Sí es cierto que a veces los equipos o los números te cambian un poco en perspectiva, pero siempre dije que aquí estoy muy tranquilo con mi familia, con mis hijos, con mis padres, con mis amigos... Eso para mí vale oro.
¿Recibió alguna oferta mareante?
Sí, sí. De mucho dinero. Pero en el momento que vinieron no las valoré. Si viene en otro momento o en otras circunstancias igual puedes pensarlo, pero en ese momento lo tenía muy claro.
Volviendo al título, ¿cuándo lo vio más cerca?
En las semifinales de Copa que jugamos contra el Alavés. Por cómo estaba el equipo, por cómo había sido el partido de ida... Los tuvimos acorralados en su área, pero nos fuimos con 0-0 a la vuelta y nos marcaron en el minuto 80.
¿La Copa es la gran oportunidad?
Puede que así sea. Estos dos últimos años no se nos dio muy bien, pero puede ser el camino más cercano.
¿Tiene marcado en rojo el centenario? ¿Espera un salto de calidad para celebrarlo?
Como jugador y como aficionado, espero que sí. Llevamos diez años en Primera pegando un empujón poco a poco. Se ha dado un salto muy grande en cuanto a infraestructuras, a calidad de entrenamientos, la cantera... Todo influye y esperemos que el culmen sea el año del centenario.
El Celta tiene estabilidad económica, pero luego hay equipos que no están tan bien y gastan más. ¿Usted lo entiende?
Cuando esté el día de mañana en la dirección deportiva lo sabré mejor (risas). En los números, ya me cuesta con los míos.
¿Cómo es su relación actual con Mouriño?
Al día siguiente de que pasó todo (Caso Bugarín), tuve una charla con él y lo solucionamos. Hablando se entiende la gente.
"Estando en el Celta no te la pasan Modric y Kroos, es más difícil"
¿Cómo se enteró de lo sucedido?
Yo estaba en la ciudad deportiva, había una charla con los niños y al principio no lo escuché, lo escuché después. Le comenté al presidente que me pareció mal porque estaba mi hermano, que es mi familia. Me imagino que si alguien habla mal de su hermano, le hubiera dolido también. Tuve una charla de media hora con él y quedó todo solucionado.
Sin embargo, con Denis continúa el problema. ¿Está cerca su final como celeste?
Como aficionado espero que se solucione. Como compañero, no lo sé, es un tema que tendrían que hablar ellos dos para darle vuelta a la situación.
¿Cómo valora el mandato de Mouriño?
Aquí ha sido un cambio muy grande. Desde que llegaron, intentaron que creciera el club y la cantera, que ha sido su máximo exponente.
Usted siempre habla de ser director deportivo. ¿No se ve como presidente?
No, qué va. Yo siempre dije que me gustaba la dirección deportiva, de ojeador, ver partidos, jugadores... Es algo que siempre me ha gustado y espero probar en el futuro. Igual después estoy un año, no me gusta y me tengo que ir a mi casa, pero es algo que siempre me ha tirado mucho.
Se crió en A Madroa y se retirará en Afouteza. ¿Cómo fue el cambio de ciudad deportiva?
Al principio fue difícil. Hice durante más de veinte años el recorrido a A Madroa y me quedaba más cerca de casa, pero hemos pegado un cambio muy grande. En A Madroa no se cambiaba el césped desde que jugaba Mostovoi y aquí tenemos tres campos espectaculares, un vestuario grande, un comedor acorde al club que somos... Podemos trabajar el día a día de forma espectacular.
El Real Madrid visita Balaídos. ¿Cree que está la Liga en juego?
Es muy difícil para los demás rivales, pero tienen salidas difíciles. Tienen que venir aquí, ir al Pizjuán, al Metropolitano... Es cierto que los demás tienen que hacer pleno, pero si pierden aquí, la Liga se pondrá muy igualada. Esto es muy largo y pasas por rachas buenas y malas. Quién iba a decir que el Madrid iba a perder así con el Barcelona después de ganarle al PSG en Champions.
¿Es el mejor momento para medirse al Madrid?
Nunca es buen momento. Yo hubiera preferido jugar a los cuatro días de perder el Clásico, ahora han tenido tiempo para descansar y recuperan jugadores.
Uno de los que recuperan es Benzema. ¿Es uno de los mejores del mundo?
En el Top-3 está seguro. Es el mejor delantero de la Liga, máximo goleador y máximo asistente.
¿Se ve reflejado en su estilo?
Podría decirse que sí porque no es un nueve nato, siempre actuó de segundo punta, ayudando a otro delantero. Ahora desde la salida de Cristiano se ha visto más el tipo de jugador que es por los números, pero la calidad ya la tenía de antes.
Prácticamente sólo quedan ustedes de la vieja guardia.
Es cierto que viene savia nueva en cuanto a números, pero los viejos rockeros nunca mueren.
¿A quién ve de herederos en la Liga y en el Celta?
En la Liga están Vinicius o Joao Felix, que podrán mejorar sus números con el paso de los años. En el Celta no sabría decirte porque aún no hay ese tipo de jugador que sea igual a mí. Quizás Brais por las características puede llegar a serlo.
¿Le ha sorprendido el crecimiento de Vinicius?
Sí, sobre todo de cara a puerta. La toma de decisiones en el área no es fácil, es algo que se va aprendiendo con el paso de los años. En los últimos treinta metros es muy muy decisivo porque es muy rápido y tiene ese uno contra uno tan explosivo. El saber elegir dentro del área le ha llevado a dar ese paso tan grande este año.
Hay un debate reciente sobre si a Vinicius es fácil quitarle de los partidos. ¿A usted le pasaba de joven?
Quizás sí, porque vas con ese ímpetu, esas ganas de comértelo todo. Vinicius lleva demostrando estos dos últimos años que está al nivel de los grandes.
¿Qué día le sacaron más de quicio?
El día de la expulsión contra el Deportivo puede ser una de ellas. Es un derbi, vas caliente, llevas toda la temporada deseando jugarlo... Luego tuve otras expulsiones cuando era más joven.
Usted ha hecho grandes partidos contra el Barcelona, pero no tantos contra el Real Madrid. ¿Tiene alguna explicación?
Son distintos tipos de juego. El Barcelona te lleva más el peso del partido, el Madrid es más físico y contragolpeador y si no estás fino en las áreas, te matan.
¿Le falta un gran partido contra el Real Madrid?
He tenido la suerte de meter algunos goles, pero no para ganar 4-3 como hicimos contra el Barcelona. El Madrid no te hace un partido tan abierto, te espera más en su campo y cuando llega, te mata.
"Karim y yo somos como los viejos rockeros, nunca mueren"
Usted tuvo opciones de ser blanco en 2018.
Sí, hubo un tanteo. Yo siempre dije que estaba muy contento de estar en casa con mi familia y con mis amigos. No me lo llegué a plantear porque tampoco se dio. Estaba bien, venía del Mundial, jodido por quedar fuera, pero enseguida me centré en la pretemporada y en hacer las cosas bien aquí.
Pasemos de la juventud a la infancia. ¿Usted es un futbolista de calle?
De call y también de playa, que la tenía al lado de casa. Yo siempre jugué en campos de tierra hasta que llegué al Celta. Jugaba en la calle, en el colegio o en la playa, sobre todo cuando estaba la marea baja. Cogíamos la portería del campo y las llevábamos a la playa para jugar en la arena. Los niños de entonces jugábamos mucho más en la calle que hoy en día, que ya hay muchas escuelas y está todo más profesionalizado. Es bueno para unas cosas, pero malo para otras.
¿Qué piensa cuando ve un cartel de 'prohibido jugar a la pelota'?
Yo me recuerdo tirar contra el portal del vecino, que me venía a echar la bronca. En mi calle sólo necesitábamos dos sudaderas para hacer una portería y jugar al fútbol.
¿Los futbolistas de ahora son más tiquismiquis?
Es que todo ha evolucionado. Ahora vas a jugar en la Copa contra un Segunda Federación y tienes vídeos de esos equipos. Antes no había nada, sólo si tenías la suerte de ver un partido en directo. Todo ha cambiado, está todo regularizado con partidos, escuelas... Creo que es bueno para muchas cosas, pero malo para ese tipo de jugadores como yo que le gustaba más la libertad.
¿Siempre fue el mejor de la clase?
No. En categorías inferiores no era el mejor, empecé a destacar ya entrando en el profesionalismo y una vez fui entendiendo mejor el juego. Muchos compañeros que eran muy buenos se quedaron por el camino. Recuerdo niños que salían en Brunete y parecían el nuevo Messi, pero luego no llegan. Tenemos el ejemplo de Jonathan Valle, los Obama...
¿Alguna vez pensó que no llegaba?
Quizás sí. Uno siempre lucha por sus sueños y nunca tiré la toalla, pero en juveniles de segundo año, cuando no tenía los minutos que quería e iba a hablar con Maté que yo quería jugar, ahí pude pensar que igual no llegaba, pero todavía era muy joven y no le das tanta importancia como cuando tienes veinte o veintidós años, que es cuando das el estirón.
¿Se planteó formarse para otra profesión?
No, no. Yo era un loco del fútbol y vivía por y para ello, tenía que llegar sí o sí.