"Mina y Goldar ofrecieron 400.000 euros a la víctima para mentir en el juicio"
La defensa de la denunciante asegura que los futbolistas intentaron 'comprar' a la mujer. El letrado de Goldar deja entrever que la supuesta víctima les pidió una cifra "con un cero más". Este viernes, visto para sentencia.
Si ya ayer se revelaron muchos hechos sobre lo ocurrido la madrugada del 16 de junio del 2017 en la localidad almeriense de Mojácar después de que el pasado lunes la primera sesión del juicio a Santi Mina y David Goldar por presunta agresión sexual fuese a puerta cerrada, hoy se ha podido conocer mucho más sobre el caso tanto con el informe final de la defensa de la supuesta víctima como con el de la del futbolista del Ibiza. Ha destacado que el abogado -y pareja- de la denunciante, Iván Bolaño, haya denunciado que los dos futbolistas ofrecieron 400.000 euros a la supuesta víctima para que mintiese en su declaración en la vista oral; replicándole minutos después el letrado de David Goldar, dejando entrever que la denunciante les pidió previamente una cifra exponencialmente mayor antes de que se celebrara el juicio que se está celebrando esta semana.
Todo ello en una larga mañana en el que no se llevó a cabo el informe final de la defensa de Santi Mina, así como la posibilidad de la última palabra de los dos jugadores. A pesar de que la última mostró su predisposición a continuar durante la tarde de este jueves, el fiscal, Iván Bolaño, se opuso a que se celebre mañana a primera hora al no estar programado así, decidiendo finalmente la jueza, Társila Martínez, que la vista continúa mañana al tener esta tarde "asuntos médicos". Así, el juicio quedará visto mañana para sentencia después del informe final de la letrada del delantero del Celta, Fátima Magdalena Rodríguez, quien ha anunciado que se alargará "durante dos horas"; además de la última palabra de ambos jugadores. La sentencia, por su parte, saldrá en un par de semanas o dentro de un mes, pudiendo ser recurrida primero ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y posteriormente ante el Tribunal Supremo.
La tercera sesión comenzaba con las defensas retirando las pruebas de ADN y con lío con los primeros testigos, dos psicólogas adscritas a servicios públicos de la Comunidad de Madrid y las Islas Baleares, propuestas por la acusación particular y la Fiscalía: para una prueba pericial formalmente necesitan dos personas por la exigencia del sumario, pero con el objeto del peritaje se decidió finalmente que primero testificase por videoconferencia la psicóloga de la Comunidad de Madrid y posteriormente la de las Islas Balares. Ambos ratificaron que la sintomatología de la presunta víctima coincide con un episodio de violencia sexual como el que denuncia. La primera destacó que tras lo ocurrido en Mojácar la mujer "evita una cierta manera de vestir", teniendo "amnesia disociativa" y "mucho asco, hasta el punto de vomitar, hacerse heridas...". La profesional sanitaria explicó que para la denunciante "la discreción en su vida ha sido siempre muy importante" y "que los chicos a los que denunció fuesen personajes públicos afectó su sintomatología". También relató que "cuando ella tiene pesadillas respecto a este tema, sueña con que una de estas dos personas está encima de ella, le persigue o no le deja escapar". La segunda psicóloga también aseveró que "el cuadro sintomatológico podía ser compatible con una agresión sexual".
"Informes incoherentes" para las defensas
Posteriormente y antes de los alegatos finales, comparecieron dos doctores propuestos por las defensas. Los médicos indicaron que "los síntomas hay que intentar 'objetivarlos'" y que "solamente con un relato no se puede hacer un buen diagnóstico". Los galenos aseguraron que no la supuesta víctima "no ha tenido un tratamiento psiquiátrico", que "no se podría decir que existe un estrés postraumático simplemente con los informes presentados" y que "algunos informes médicos han seguido una metodología correcta y otros no".
Sorprendieron los galenos al aseverar que "en medicina se utiliza el corta y pega, haciendo un informe y poniendo después en los siguientes", planteando a la pregunta por parte de la acusación particular que si es objetivable que la denunciante vomitase en su primera visita al psicólogo con un "puede ser por haber cenado algo mal o por haber bebido alcohol". La defensa de Santi Mina reincidió en su estrategia y preguntó a los doctores si "la ansiedad, preocupación y llanto es compatible con otro trastorno", respondiendo que podría existir "una exageración de los síntomas" o "un delirio". Los galenos explicaron que su trabajo ha sido "hacer un informe de los informes" y que "los mismos eran incoherentes, sin reflejar que esos síntomas fuesen consecuencia de estrés postraumático".
Mina: "No sé por qué aparecí en calzoncillos"
Tras un receso, el tono se elevó con los informes finales de las diferentes partes, si bien previamente ambos presentaron sus conclusiones definitivas, pidiendo el fiscal que cambiase en el suyo que Mina iba "con calzoncillos" en vez de "completamente desnudo". La acusación particular y la defensa de David Goldar manteniendo las provisiones, mientras que la letrada de Santi Mina quiso aclarar que las heridas de la supuesta víctima eran fruto del sexo duro entre la mujer y el actual central del Ibiza.
En el informe final del Ministerio Público, el Fiscal aseguró tener "una cascada de elementos probatorios, más allá de la credibilidad o no de la víctima, corroborando los elementos la declaración de la víctima". Iván Bolaño hizo hincapié en que la declaración de la denunciante es "verosímil, mantenida en el tiempo y sin incurrir en ninguna contradicción". El Fiscal, además, declaró que "la víctima y sus amigas no sabían que los denunciados eran futbolistas", preguntándose sobre "el nulo beneficio de eso" y afirmando que "ha habido un perjuicio, con un procedimiento con mucha más publicidad", sin conseguir "un beneficio económico" en el caso de que esa hubiese sido la intención de la denuncia.
El Fiscal aseveró durante su extensa disertación que "la víctima se fue al vehículo donde los jugadores pernoctaban exclusivamente con David, en ningún momento aceptando irse con Santiago". Los últimos minutos del informe final del Ministerio Público relevó más tras la sesión del lunes a puerta cerrada: "¿Es razonable que alguien venga de la calle a su casa en calzoncillos a no ser que vaya para una determinada acción? No hay que ir muy lejos para entender qué buscaba (...). Era tan evidente que estaba manteniendo relaciones sexuales David con la víctima que al abrir estaban a cuatro patas. Cualquier persona razonablemente normal, hubiese cerrado la puerta y pedido disculpas. A pesar de esa escena, Santiago entró y se quedó en el vehículo. En su declaración ya dijo que no sabía por qué había apareciendo en calzoncillos (...). La excusa que pone Santiago para quedarse en el interior del vehículo es que fue a buscar un reloj perdido".
La acusación particular, por su parte, explicó que Santi Mina expuso que "iba a dormir", pero "vio a su amigo con la víctima y de todas maneras entró; y ya de manera sorpresiva no tuvo sueño, sino que fue a buscar un reloj". También inculpó a David Goldar "al no decirle a su amigo que salga de la caravana". Iván Bolaño afirmó que "Santiago reconoció que salió de fiesta con el reloj. ¿Cómo va a estar el reloj dentro de la caravana? Fue una excusa para entrar; al encontrar el reloj, siguió dentro de la caravana desnudo y dijo 'oye, chica, tú me has gustado mucho desde la caravana y creo que deberíamos hacer algo', la víctima le dijo que no y Santiago le preguntó si nunca había hecho un trío, respondiendo la víctima que eso no era de su incumbencia y que estaba seguro de que había muchas chicas fuera que hubiesen querido, pero había dado una que no".
La acusación particular, que reiteró que David Goldar "colaboró en la agresión", hizo mucho hincapié en que el delantero del Celta dijo "en numerosas ocasiones y en plural: 'creíamos que iba a fluir", lo que para el letrado era una prueba de que la agresión fue "premeditada". En relación a la repercusión mediática, Iván Bolaño recalcó que "la víctima no ha aparecido de manera pública ni ante la prensa en ningún momento", destacando, además, que los jugadores "sabían perfectamente cómo tenían que actuar si alguno se fuese esa noche con alguna chica". Por último, se refirió al agravante de abuso de superioridad y que los futbolistas ofrecieron "400.000 euros a la víctima para venir aquí y mentir".
En el informe final de la defensa del zaguero del Celta, el letrado Manuel Ollé aseveró que "parece que la palabra de la señora X [se omite el nombre por respeto a la intimidad] es palabra de Dios", preguntándose "qué es consentimiento" y apuntando que "fue la mujer quien pidió dinero y con más ceros". La defensa de David Goldar también aclaró que el actual jugador del Ibiza estuvo predispuesto a colaborar desde en un primer momento, ofreciendo su teléfono a los agentes de la Guardia Civil. Por otro lado, el abogado afirmó que "cuando Santiago entró al vehículo, la chica no le dijo 'vete'; ¿por qué la denunciante no le dijo a Santiago que se marchase y se lo pidió a David? Permitió que estuviese Santiago". También se refirió a que David Goldar "el único testigo directo que hay en el caso", declaró que la mujer le pidió sexo duro. Por último, el letrado aseguró que "una de las amigas le dijo ese día a la Guardia Civil 'intento de agresión', no agresión (...)" y que otra "declaró 'X. me dijo que ninguno de los dos le había forzado'", preguntándose si se debe decir "¿quieres salir conmigo" o "¿me das un beso?" para mantener una relación o "si esas situaciones fluyen solas" para responderse "al menos en mis tiempos era así...".