Honda: "Cuando jugué en el Milan intenté llegar al Real Madrid"
Keisuke Honda repasa su carrera en AS. Su lado empresarial de la mano de Will Smith, su sueño madridista frustrado, la etapa de consejero de Balotelli en el Milan...
Keisuke Honda nunca fue un futbolista más. Su fútbol iba de la mano de su look, vistosos ambos. El Beckham japonés le llamaban en su etapa más brillante, cuando estuvo cerca de hacer historia con Japón en el Mundial de Sudáfrica. El futbolista de Settsu, de la prefectura de Osaka, no falló su lanzamiento, pero una tanda de penaltis ante Paraguay en octavos fue el fin de la aventura nipona. En el VVV Venlo se ganó el cariño de la afición (hay un enorme mural de Keisuke en la ciudad deportiva), en el CSKA se hizo hueco en las agendas de los grandes de Europa. Llegó al Milan y su agente llegó a colocar al Real Madrid tras sus pasos.
Después comenzaría un peregrinaje de lo más variopinto. A su llegada al Botafogo se dio un baño de masas, cuando fichó por Pachuca se lanzó a saludar en castellano. Este 1 de enero acabó contrato con el Suduva lituano. Eso sí, no piensa en colgar las botas. "No, no me he retirado aún", reconoce entre risas en una charla con AS. A sus 35 años (nació el 13 de junio de 1986), tiene muchos frentes abiertos. Keisuke es un hombre de negocios. Uno de ellos, un fondo de inversión, lo gestiona con una estrella de Hollywood como Will Smith. Aunque ahora tiene otros dos proyectos que le ocupan su tiempo. El primero, PROTOCOL, una empresa para conectar emprendedores e inversores que estén interesados en apostar por ‘start-ups’. El segundo, entrenar al equipo nacional de Camboya, desde donde atiende a este periódico.
¿Qué tal está y dónde se encuentra en estos momentos?
Estoy en Camboya ahora mismo, donde trabajo como seleccionador. He estado viajando mucho entre Japón, Camboya y muchos otros países. Después de acabar el contrato en Lituania soy agente libre y ahora estoy centrado en entrenar al combinado nacional de Camboya.
Son ya casi cuatro años como seleccionador…
Sí, desde 2018. Después del Mundial de Rusia, el tiempo vuela.
Empecemos por el final antes de echar la vista atrás. Para quien le haya perdido la pista, no solo hablamos con un ex10 del Milan o máximo goleador de la historia de Japón en los mundiales; también con un hombre de negocios, ¿no es así? ¿Qué es PROTOCOL y cómo le surge la idea?
Comencé mi actividad en el mundo de los negocios en 2016. Al principio no sabía qué hacer y me limité a escuchar presentaciones de empresarios sobre ‘start-ups’. Comencé a invertir y hoy ya lo he hecho en más de 100 ‘start-ups’ en los últimos cinco años. Durante este tiempo descubrí que hay muchos grandes inversores en Estados Unidos y que tienen un gran ecosistema para invertir. Ello me hizo aprender mucho y conocí ‘AngelList’. Una plataforma que conecta emprendedores con inversores.
Tengo mucha suerte de ser jugador de fútbol, ello me facilita poder acercarme a este tipo de actividades, pero mucha gente no tiene esa oportunidad. Especialmente en Japón. En nuestra cultura aprendemos desde pequeños que hay que ahorrar y no nos enseñan a invertir. No tenemos ese aprendizaje. Desafortunadamente, no podemos sobrevivir sin invertir hoy en día. Es así. Globalmente, todo el mundo busca oportunidades para invertir, hay que hacerlo.
En los últimos 20 años, la economía en Japón no ha ido bien. Muchos otros países evolucionan económicamente, especialmente Estados Unidos y China, y aquí no somos muy optimistas en ese aspecto. Conocí ‘AngelList’, donde cualquiera puede invertir incluso una pequeña cantidad para ayudar a ‘start-ups’. Y eso es PROTOCOL, como 'AngelList', pero en Japón.
¿Están teniendo éxito?
Lo lanzamos hace menos de un año y hemos logrado muchos KPI (Indicadores Clave de Rendimiento). Aún estamos experimentando, pero es tiempo de expandirse por todo Japón y queremos hacerlo también por el sudeste asiático. Es nuestro próximo objetivo. Hay muchos países que queremos ayudar en su desarrollo. Hay gente joven y hambrienta, con visión para crear grandes compañías y hacer dinero con ello. En definitiva, queremos expandirnos por Japón y en 2 o 3 años por el sudeste asiático.Y me gustaría añadir una pequeña cosa sobre PROTOCOL. Si hay algún inversor español o empresario que esté interesado en invertir dinero en el futuro próximo o montar una compañía, les invito a registrarse en PROTOCOL e intentar conectar en nuestra red.
Sin dejar su lado empresarial de lado, Keisuke Honda y Will Smith comparten resultados en búsquedas en Google, ¿de dónde viene esa relación?
Tashi Nakanishi, mi socio inversor, vive en Los Ángeles, y conoce a su socio. De modo que cenamos juntos una noche y le expliqué bien cuál es mi visión y qué quiero hacer. Que ya había hecho inversiones, pero que quería comenzar también en Estados Unidos y que buscaba un socio allí. Se lo expliqué todo durante la cena y llegamos a un acuerdo para trabajar juntos.
Teniendo en cuenta el mundo empresarial, el fútbol, su trabajo como seleccionador de Camboya..., ¿cuántas horas tienen sus días? ¿Cuántas duerme?
Mucha gente me hace la misma pregunta. Pero pienso que descansar es muy importante para mi trabajo. Tengo familia e hijos y es importante pasar tiempo con ellos también. Pero, por ejemplo, en el caso de PROTOCOL, en el área de los negocios, siempre contrato a grandes personas que saben cómo sacar adelante la compañía. Duermo al menos siete horas al día. Aún soy futbolista. No me he retirado aún.
Se adelantó, esa iba a ser otra pregunta.
(Ríe) Ok, ok, ya veo. No, no me he retirado aún.
Antes de hablar de futuro, echemos un vistazo al pasado si le parece. En 2010 estuvo a punto de hacer historia con su país en el Mundial. ¿Cómo recuerda aquella tanda de penaltis contra Paraguay?
Fue en 2010 y hace mucho tiempo. Recuerdo que España perdió el primer partido (sonríe)... y luego ganaron la Copa. Para mí, jugar el Mundial era un sueño, fue mi primer Mundial y conseguí marcar. Luego perdimos en la tanda de penaltis, pero en ese momento cumplí uno de mis sueños. Jugué tres Mundiales, pero el de Sudáfrica es el que más aprecio le tengo.
¿Guarda algún recuerdo futbolístico con especial cariño?
El Mundial de 2010, sin duda.
Estuvieron cerca de hacer historia, pero aun así usted es un ídolo en Japón. Aquí en España juega Take Kubo, que destacó en los Juegos Olímpicos y demostró que puede ser un líder presente. ¿Cree que puede ser el próximo gran futbolista asiático, como lo fueron usted, Nakata, Park Ji-Sung...?
Creo que sí, tiene mucho talento como todo el mundo sabe. Creo que tiene que encontrar el mejor lugar para sí mismo, un buen club y un buen entrenador. En ese momento comenzará a jugar aún mejor y será uno de los líderes del fútbol asiático en el futuro próximo.
Kubo pertenece al Real Madrid, curiosamente un club al que, según he leído, usted idolatra. ¿De dónde viene esa admiración?
Sí, quería jugar en el Real Madrid cuando era joven porque todos los futbolistas que jugaban allí eran estrellas. Raúl, Ronaldo, Zidane... Zidane era mi ídolo cuando era niño. Le imitaba mucho e intentaba jugar como él. Aunque luego crecí, cambié mi estilo de juego, conocí a muchos jugadores y entrenadores, jugué de muchas formas diferentes, pero no importa. Los recuerdos de niño nunca cambian. Incluso cuando jugué en el Milan intenté llegar al Real Madrid. Me decía a mí mismo que tenía que hacerlo bien, sino no podría ir al Madrid después. Finalmente, no ocurrió, pero que los futbolistas jóvenes de Japón lo consigan ahora en mi lugar está bien. Les pasé el testigo.
Pues volviendo a 2010, por su gran Mundial, su nombre apareció en el radar del equipo blanco. “¿Real Madrid, Milán o Juventus? Hemos mantenido contactos con todos los equipos, los interesados en Keisuke, pero es una tarea difícil», llegó a decir su agente. ¿Estuvo cerca de jugar allí? ¿Le hubiera gustado?
Creo que no, quizá contactaron al CSKA de Moscú cuando jugaba allí, pero no creo que llegó a haber negociación. Simplemente interés para comprobar la situación.
Bueno, ahora puede cumplir el sueño convirtiéndose en entrenador del Madrid...
La verdad es que no estoy interesado en entrenar a clubes, solamente me interesa ser seleccionador y entrenar a equipos nacionales. Por supuesto que sería una locura si algún día recibo ofertas de grandes clubes en Europa, pero no estoy seguro de que es lo querría. Me gustaría estar de nuevo en un Mundial, pero como entrenador.
¿Qué supuso a nivel personal jugar en el Milan, y con el ‘10’ a la espalda además?
Quería jugar en la Serie A. Cuando era joven, la liga italiana era la mejor. Muchos grandes jugadores jugaban allí durante toda su carrera. Me permitieron cumplir el sueño de jugar en un equipo como el Milan. La oportunidad fue increíble. Desgraciadamente, no logramos ganar el título liguero, puesto que era un momento complicado cuando estuve allí. Había problemas económicos y no podían firmar a jugadores top, top. Quizá por eso tuve la oportunidad de jugar allí, pero aun así lo veo de manera muy positiva. Además, esas dificultades me hicieron más fuerte. Los fans del Milan esperaban mucho de nosotros por su historia. Siempre había gran presión, también de la Prensa. Eso me hizo más fuerte y estoy agradecido por todo ello.
Coincidió allí con Mario Balotelli. Alguna vez ha hablado de que tenían buena relación y trató de ejercer de mentor y guiarle, ¿fue así? ¿Es tan particular la convivencia con él como parece desde fuera?
Mario es un gran tipo. No es la persona que la gente puede pensar. El problema es que él puede hacer lo que quiera. Los japoneses somos gente muy paciente, trabajamos duro y no paramos de hacerlo. Trataba de explicarle eso para tener éxito, porque él tenía mucho talento. Me escuchaba, pero no pudo mantener el ritmo.
Podría haber alcanzado un nivel mayor...
Sí, eso creo, si hubiera mantenido el ritmo.
Antes del Milan, usted ya se había hecho un nombre en Europa. En el Venlo, primero, y después en el CSKA. Para los amantes de YouTube, sus faltas directas eran una búsqueda regular. ¿Tenía alguna rutina especial para practicarlas? Hablaba antes de las estrellas del Madrid y usted era conocido como el Beckham japonés...
No sé cuándo empecé a pegar faltas directas así, creo que cuando era joven. Los niños practican cuando tienen confianza y quieren mejorar más y más. No soy una excepción. Practiqué casi cada día, incluso después de convertirme en futbolista profesional. Mi rutina no es algo excepcional, similar a la de los otros lanzadores de faltas.
Después de Italia comenzó a probar suerte en destinos variopintos: Pachuca, Melbourne, Vitesse, Botafogo, Bakú y el Suduva lituano. Pero ya dijo antes que es ‘agente libre’. ¿A su libro de aventuras le queda algún capítulo más entonces?
Entreno todos los días y mantengo mi condición. Estoy listo para jugar, pero ahora mismo estoy centrado en Camboya. No sé cuándo firmaré un contrato con un club. No tengo prisa. Me puedo retirar en cualquier momento, jugadores con mi edad lo hacen, pero quiero seguir jugando.