NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

MALLORCA - REAL MADRID

Kubo, especialista ante el Madrid

El japonés ha jugado cinco veces contra su Madrid, mientras que aún no ha podido lucir la elástica blanca en partido oficial. No ha logrado brillar hasta ahora como rival.

Actualizado a
Take Kubo, en un partido con el Mallorca.
Rafa BabotGetty Images

El destino está siendo caprichoso con Takefusa Kubo. Fichó por el Real Madrid en julio de 2019 como fichaje estratégico. Por talento, precio y pasado: llegó a coste cero y pasó por La Masía, donde se ganó el apodo del Messi japonés. Su pretemporada estuvo llena de flashes. En la estadía de Canadá fue uno de los grandes atractivos. "No desentona", decían sobre el nipón en el vestuario blanco al compartir entrenamientos con él. Dos años y ocho meses después de aquello, se ve las caras por sexta vez (lunes 14, 21:00 horas) ante el equipo que posee sus derechos. Un Madrid cuyo escudo no ha defendido de manera oficial.

El verano de su aterrizaje llegó a jugar ante Bayern y Atleti en la International Champions Cup y dejó grandes sensaciones. Los periodistas nipones se impregnaron del hype de la operación. Luego se marcharía al Castilla para foguearse en un plan similar al de Vinicius un año antes. Crecer al principio para dar el salto al primer equipo. La hoja de ruta estaba trazada. Dos amistosos más, ante el Alcorcón y la Cultural Leonesa, y cuando todo estaba listo para estrenarse de la mano de Raúl en el filial blanco, apareció la opción Mallorca.

Pretemporada... y Erasmus

En su primera cesión en las islas demostró tener pasta, a pesar de sus 18 años, de futbolista de Primera. El, quizá, mejor Take que se ha visto en España desde su llegada. Cuatro tantos, más de 2.500 minutos... y sus dos primeros partidos contra su Madrid. La ida fue el célebre partido en el que naufragó la Unidad B de Zidane (1-0 en Son Moix). En la vuelta hubo revancha (2-0). En la victoria disputó la media hora final, en la derrota los 90 minutos, pero no pudo lucirse ante su 'dueño'.

En la 2020-21 parecía dar un paso adelante, con su préstamo al Villarreal, pero fueron dos hacia atrás. Sin oportunidades ni confianza de Emery, se marchó al Getafe en invierno. Recuperó parte de su brillo y dejó un detallazo que el equipo azulón aún recuerda, un soberano golazo que selló la permanencia. Dos partidos más contra el Madrid, empate con el Villarreal (1-1) y derrota con el Getafe (2-0). Un minuto en el primero y poco más de media hora en el segundo, no pudiendo tampoco mostró su mejor cara en este examen doble.

Aliciente doble

De vuelta a verano, las puertas del equipo blanco siguieron cerradas por problemas de cupos. Vinicius, Militao y Rodrygo son los que ocupan la plaza de extracomunitario. La nacionalización del primero la ha dilatado la pandemia y ello ha afectado directamente a un Take que cerraba este verano su segunda cesión al Mallorca en tres años. Sin embargo, tal y como informaba este periódico, este puede ser su último curso de Erasmus. Si Vini logra completar el proceso a tiempo, desde el club ven con buenos ojos contar con el mediapunta de Kawasaki para la temporada 2022-23. El Madrid sigue de cerca la evolución de su futbolista, aunque de momento no se ha puesto en contacto con él para no distraer su rendimiento.

Esta temporada, en el 6-1 de septiembre, poco pudo hacer Kubo, pues el Mallorca fue sometido por Asensio y Benzema, hat-trick y doblete mediante. Tras ese choque empezó un calvario de 62 días y ocho partidos de baja, a causa de una lesión en el menisco. Poco a poco ha recuperado parte de los bríos de 2019, con sus tantos a Atleti y Espanyol, que supusieron dos victorias, como punta del iceberg. El lunes tendrá una sexta reválida para descorchar las esencias que en el Madrid solamente vieron en aquella pretemporada en Montreal. En esta ocasión tiene aliciente doble: puede ser su último partido como rival del equipo blanco y será, tras el paréntesis del Di Stéfano, su primero en el Santiago Bernabéu. Le toca presentarse ante una afición que aún no le conoce tras recibirle con gran jolgorio.