Modric, 80 días sin parar
Desde la visita a Alcoy, Modric ha jugado en todos los partidos: 16 seguidos. Fue suplente en Vila-Real y Mallorca, pero acabó saliendo. No descansa ni en los amistosos con Croacia.
Modric no descansa. Y cuando lo hace, es a medias. Traducción: siempre juega, bien como titular o saliendo desde el banquillo. La última vez que no tuvo ni un minuto fue en Alcoy, eliminatoria de Copa en víspera de reyes que se perdió por un pequeño golpe en un entrenamiento. Desde entonces, 16 partidos seguidos teniendo minutos, de los cuales ha sido titular en 14 y suplente en dos. Carletto le recetó respiros en Vila-Real, para tenerle fresco en París, y Mallorca, por el desgaste que había tenido la remontada ante los de París, pero en ambas noches acabó cometiendo el pecado de darle minutos: 13' en La Cerámica y 31' en Baleares. Desde el 5 enero no ve un partido entero desde el banquillo o la grada. Hace 80 días.
Esta temporada sólo se ha perdido ocho partidos. Los dos primeros fueron en las jornadas 2 y 3 de Liga, cuando sufrió una lesión en el aductor que le tuvo 21 días de baja, la más larga -con mucha diferencia- que ha sufrido este curso. Jugó los siguientes tres partidos y paró en la goleada ante el Mallorca (6-1, Valverde le dio descanso). Sus siguientes altos fueron tras el Clásico, con descanso antes de una semana de enorme exigencia (no jugó en el 0-0 vs Osasuna) y ante el Rayo, baja por un catarro. Y de ahí, a diciembre, donde el Covid le hizo perderse los partidos contra Cádiz y Athletic. Van nueve; el décimo, la visita a Alcoy, ausente tras recibir un golpe.
Desde aquella noche ha jugado siempre. Encadenó siete partidos como titular, entre los cuales estuvieron los dos de la Supercopa, paró en Vila-Real... Pero a medias, porque acabó disputando 13 minutos para darle relevo a Valverde. Fue un tímido bypass. Tras él, volvió inmediatamente al once durante cinco partidos, los dos de la eliminatoria ante el PSG y las tres jornadas entre medias. Y paró en Mallorca, aunque otra vez no del todo: jugó algo más de media hora. Después, el Clásico y este parón.
Ahora está con Croacia, que ya clasificada para Qatar 2022 lo que ha planificado para estos días son dos pequeños amistosos, ambos en estadios que serán sedes del Mundial. Una especie de aperitivo para los anfitriones. El primero, ante Eslovenia y el segundo, contra Bulgaria (el martes a las 16:00 horas). Porque ante los de Oblak ya ha jugado y, como no, ha sido titular, disputando 70 minutos y dando un clínic de fútbol. Firmando un partidazo: 87% de eficacia en los pases y 100% de duelos ganados. A punto estuvo, incluso, de marcar, pero su disparo con el exterior de la bota derecha desde la frontal, marca de la casa, acabó en los guantes de Oblak.
Futuro incierto
Pese a que él mismo, en la rueda de prensa previa al PSG, dejó entrever que es un asunto encaminado ("claro que me gustaría jugar con Mbappé, ya veremos el año que viene..."), dando a entender que se incluía en las tertulias sobre el futuro proyecto blanco, la realidad es que acaba contrato este 30 de junio y aún no ha renovado de manera oficial. Con 36 años, que serán 37 en septiembre, atraviesa una nueva juventud y está regalando uno de los niveles más altos de su carrera. Es una pieza clave del Madrid y quiere -porque puede- seguir siéndolo. Los números demuestran que tiene cuerda para rato y sus botas, fútbol.