ATLÉTICO

Oblak vuelve a ser Oblak

Vivía su temporada más irregular, llegando a encajar uno de cada dos disparos. Ya no. En los últimos partidos su porcentaje ha subido al 87%. Es clave.

JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Hubo un momento durante esta temporada que el Atlético necesitaba hacer tres goles para ganar los partidos. ¿Por qué? Muy sencillo. Siempre encajaba al menos dos. Y, claro, eso era una rémora que encallaba los partidos. El Mallorca dos goles (1-2), el Sevilla dos goles (2-1), el Madrid dos goles (2-0), el Granada dos goles (2-1)... Y el Villarreal, el Athletic en la Supercopa y así una larga lista. Siempre dos goles o más. Siempre Oblak en esa foto, una desconocida en el Atlético: recogiendo el balón de su red más veces de las que nunca se habían visto en todos sus años como rojiblanco. El dato era demoledor: un tiro de cada dos, para adentro, en un preocupante 50%. El 7 de febrero, nueve días antes del Atlético-Levante, el equipo del Cholo había recibido 54 disparos a puerta: 30 habían sido gol y sólo 24 había rechazado o detenido el meta con unos guantes que estaban perdiendo lo de milagro. Pero eso ha cambiado. La conjura tras el Levante también ha alcanzado la portería rojiblanca. De ella ha emergido un nuevo Oblak. O no, mejor dicho no. Oblak, simplemente, vuelve a ser el de siempre.

Desde aquel partido, el esloveno ha encajado sólo tres goles en siete partidos. La cuenta @atletico_stats, que analiza al equipo rojiblanco desde el dato, va más allá: desde aquel partido ante el Levante ha hecho ya 25 paradas, con cuatro porterías a cero, las mismas que en los anteriores 23 partidos. La Inteligencia Artificial (IA) también retrata su mejoría. El 12 de febrero, en el partido ante el Getafe que el Atleti ganó 4-3 con remontada, revela Olocip, compañía internacional pionera en el desarrollo e implementación de la IA, registró su pico de forma más bajo. Y, desde entonces, esa curva sube hasta llegar a los niveles más altos del portero en la temporada, con el partido ante el Rayo como el más alto.

Las palabras de Giménez

La llegada de Reinildo, una roca, el regreso de la pareja Giménez-Savic, pueden haber influido también en esa seguridad que el esloveno vuelve a mostrar bajo palos. En 2018, el central uruguayo, de hecho, reconocía en una entrevista con AS la seguridad que le daba a todas sus acciones el tener un portero detrás como Oblak, antes de un partido ante el Barça. "Eso transmite una tranquilidad. Mire, el otro día contra el Leganés le dije a él que hubo una pelota que vi salir y dije ya es gol. No me di la vuelta por eso. ¡Y él va y la saca! No sé cómo. Ese me dice que estoy a un portero de otro nivel. Es una tranquilidad extra", decía el charrúa a la pregunta de Jorge García ("Habla de Ter Stegen, pero tener a Oblak detrás no está nada mal..."). Ese Oblak que ha vuelto. No para alcanzar ese reto con el que iniciaba esta temporada 2021-22, intentar ser el primer portero de LaLiga con seis Zamoras (tiene cinco, como Ramallets y Valdés). En estos momentos ocupa el quinto lugar, con un coeficiente de 1,24 paradas. El 0,75 de Courtois, el primero, es inalcanzable. Pero ese ya no es el reto. Ahora es otro: alzar sus guantes milagro como un semáforo en rojo ante los rivales. Como siempre. Como en todos sus años de Atlético. Con el milagro, made in San Jan. Bien lo sabe Guardiola.

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