El efecto Reinildo
El defensa mozambiqueño es fijo para Simeone prácticamente desde su llegada y los números del Atlético de Madrid han mejorado con él: de encajar cada 65,9 minutos a hacerlo cada 106.
Hace dos meses era un desconocido en el universo Atleti, pero ahora mismo el equipo rojiblanco no se entiende sin Reinildo Mandava (28 años). El mozambiqueño llegó al filo del cierre de mercado, debutó esa misma semana en el Camp Nou y, desde entonces, es titularísimo. Ni mili cholista, ni adaptación, directo al campo. Reinildo y diez más. Y el equipo defiende mejor y encaja menos goles. Aunque no sea solo por él, hay un efecto Reinildo en el Atlético.
El defensa ha jugado como rojiblanco 743 minutos repartidos en nueve encuentros, todos completos salvo los del Barça (entró en la segunda mitad) y el Levante (fue sustituido en el 77’). Y en esas más de 12 horas de fútbol, el equipo ha recibido 7 goles (tres del Getafe, uno de Levante, United, Betis y Cádiz). En algunos, es más, Mandava no salió del todo bien parado. Pero si con él llega un gol en contra cada 106 minutos, sin él era uno cada 65,9. La mejora es notable.
El Atlético presentó al africano como un especialista defensivo y es lo que está demostrando. No es un virtuoso con el balón en los pies, pero tampoco es lo que se le reclama. A cambio, es un defensa agresivo, pegajoso, que gana duelos y mete el pie. En Old Trafford la misión requería hormigón armado y es lo que aportó Reinildo, cuya presencia además está permitiendo ver al mejor Lodi, porque se siente protegido.
Lodi, al alza; Hermoso, sin sitio
Porque Simeone, además, ha adaptado a Reinildo a la posición de central izquierdo. Llegó del Lille como lateral izquierdo y así empezó, pero el giro de sistema al 5-3-2 le reubica. Mandava cierra junto a Giménez y Savic (o Felipe) y escolta a Lodi o Carrasco. Él se limita a defender, y así lo hizo en Old Trafford ante Cristiano, Bruno (le rebañó un balón en el aire entre las piernas), Elanga, Rashford… Puro cholismo del futbolista que, en la teoría, menos conoce la filosofía porque es el último en llegar.
Pero esta moneda tiene dos caras. Si en una aparece la revelación Reinildo, en el reverso está Mario Hermoso. El fichaje invernal parecía dejar sentenciado a Lodi, pero quien se ha quedado sin sitio es el español. Su última titularidad fue justamente en el Camp Nou. Luego jugó media hora con el Getafe (y marcó el gol del triunfo) y desde entonces, entre coronavirus, una lesión en el aductor y las decisiones del Cholo, sólo 9 minutos.