El Atlético sueña en grande

El Atlético tiene una generación de oro en su cantera. En todo un Signal Iduna Park y ante casi 20.000 espectadores alemanes, dejó un nuevo ejercicio de oficio, sobriedad, intensidad, defensa y madurez frente a un Borussia Dortmund que, si podía ser superior físicamente, se encontró con la definición de la palabra equipo. Y tocó sufrir, pero el club rojiblanco estará por primera vez en su historia en una final four de la Youth League.

Pronto quedó claro que Ricardo Ortega y Fernando Torres había revisado punto por punto el duelo de ‘sus mayores’ en Old Trafford. Es más, tenía a dos de los futbolistas que habían vivido pocas horas antes la clasificación en Mánchester dentro del vestuario, Ibra y Carlos Martín que se trasladaron a Dortmund para ser titulares y completar el partido de forma titánica. Y mostraron esa misma versión rocosa, ajustando un inicio dubitativo con la presencia de Salim más cercano a la banda como si de Griezmann se tratase, aunque en su caso en la izquierda, y creciendo a través de apoderarse de la posesión.

Y si todo gran Atleti se sostiene desde la base, el juvenil cuenta con un guardameta con un futuro inmenso. Alejandro Iturbe tuvo que actuar muy rápido con una gran mano para repeler un penaltito señalado por un contacto de Sergio Diez. Intuyó el remate potente de Fink a su palo izquierdo y lo mandó a córner con una sencillez pasmosa. El físico inmenso del Dortmund había comenzado apretando, pero el meta madrileño les negó el gol una y otra vez. Diez por su parte se repuso de ese lunar con un crecimiento enorme en el partido. Si al equipo le costaba encontrar por dentro a Salim, Currás y Barrios, el carrilero derecho comenzó a romper líneas a través de su poderosa conducción y a fracturar todos los esquemas defensivos del Dortmund.

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Y de una jugada portentosa de Diez, cedió el balón en el área a Salim que vio como le atropellaba Kamara como si de un tren de mercancías se tratase. El colegiado austriaco señaló penalti y a los 31 minutos Currás no falló. Ser fuerte atrás y aprovechar las ocasiones es una premisa que guía a este Atlético. Entre medias, Iturbe había seguido con su show con una gran mano antes de que el gol diese calma a los rojiblancos con balón y acelerase los ataques del Dortmund, al que le fue costando más asomarse sobre la meta colchonera.

El equipo alemán repuso fuerzas en el vestuario y volvió a la carga tras el descanso con un Bynoe-Gittens peligrosísimo y un poderoso Fink, que por planta podía parecer el mismísimo Haaland. Veía Torres como la amonestación de Currás podía conllevar problemas tras cometer una falta fronteriza y decidía poner piernas frescas con Valderas. Pero, de nuevo, el Atlético fue equilibrando el partido con un bloque defensivo infranqueable. La colocación de David Navarro, la contundencia de Kostis, que desesperó a Fink, y la velocidad de Ibra mantenían a raya a los alemanes y por detrás siempre estaba Iturbe.

Gismera y Barrios, que fue creciendo con el paso del partido, ponían la calma cuando podían mantener una posesión larga y Carlos Martín y Salim se desgastaban para intentar pillar una contra. Y nadie dijo que iba a ser fácil. Los últimos minutos ya pueden situarse en ese filo épico de sufrimiento tan del Atlético. La figura del capitán David Navarro se fue agigantando, todo un líder de los pies a la cabeza, y la valentía de Iturbe se imponía en cada córner y centro lateral. El Dortmund la tuvo, apretó ante su gente y lo intentó todo, pero este Atlético es un muro atrás.

Y la fiesta en la cantera rojiblanca no frena. Con un juvenil líder en Liga, en cuartos de Copa y capaz de superar en la Youth League de forma agónica la fase de grupos y dejar en el camino a Hajduk Split, Real Madrid y Borussia Dortmund, todos fuera de casa, no hay límites para esta camada de atléticos. El 22 de abril espera Nyon y el Salzburgo, con el equipo a 180 minutos de poder conseguir un título europeo sin precedentes. Los de Torres ya han hecho historia, pero no tienen miedo a soñar en grande.