Reinildo, simbiosis cholista
El jugador mozambiqueño solo fue suplente en el partido del Camp Nou desde su llegada. Suma 563 de los 630 minutos del equipo (el 89%) y se ha adaptado al equipo a una velocidad única.
Sin hacer ningún tipo de ruido, Reinildo Mandava ha acabado con lo que hasta ahora se consideraba una verdad universal con Simeone: cualquier recién llegado, y más siendo defensa, tiene que pasar una ‘mili’ y un proceso de adaptación hasta asentarse en el once.
El mozambiqueño llegó el último día del mercado de fichajes invernal y únicamente necesitó cinco entrenamientos para debutar como rojiblanco. Entró en el minuto 55 en el Camp Nou con el partido casi resuelto para el Barcelona en lo que parecía que sería una toma de contacto con el lateral izquierdo y en un retorno al 4-4-2. Nada que ver con la realidad. Seis días después volvería a ocupar esa posición contra el Getafe, pero de titular disputando el partido entero. Y Simeone ya iba viendo que sus características de juego, primando la habilidad defensiva y con un fantástico nivel físico, imprimiendo intensidad y fuerza al equipo, podían tener un papel mucho más importante para recuperar la línea de tres atrás.
De nuevo en el once ante el Levante, sin llegar a cerrar bien en el gol de Melero, Simeone movió el banquillo en los últimos instantes en busca del empate y Reinildo salió sustituido en el 78’. Esos doce minutos finales fueron los últimos que jugó el Atlético sin el africano. Desde entonces, cuatro partidos completos ante Osasuna, Manchester United, Celta y Betis donde el Cholo ya ha insertado por completo a Reinildo en la línea de tres centrales y únicamente el error en el gol de los ingleses ha penalizado unas prestaciones defensivas fundamentales para que el Atlético haya recuperado su esencia.
Un recién llegado, pero con ADN cholista que ha ayudado a cerrar la sangría atrás. A diferencia de Hermoso, su principal competidor, Reinildo tiene en la habilidad de encimar y ser casi insuperable en el cuerpo a cuerpo un salto de calidad. Es consciente de que el balón no es su fuerte, pero sí ha servido para mejorar muchísimo al carrilero que juega por delante, especialmente a Lodi. Rápido, atento, pegajoso y bueno en el juego aéreo, Reinildo ha acabado con la teórica aclimatación a la velocidad del rayo.
El mozambiqueño suma 563 de los 630 minutos del Atlético desde su llegada. Es decir, el 89% del tiempo que ha disputado el equipo desde que se inició febrero ha tenido a Reinildo en su zaga. No se recuerdan fichajes jugando tanto y tan rápido. Con un perfil bajo (que evoca a llegadas como en su día Paulo Assunçao en el medio), y sin pretender competir con fichajes invernales de mucho más renombre y precio, Reinildo ha sido clave para recuperar la fortaleza atlética, que ha encajado un gol en los tres últimos partidos de Liga. Un recién llegado para ayudar a volver a ser los de siempre. Y con la humildad como bandera para ganarse al vestuario. Reinildo y el Atlético, una simbiosis para gusto de todos.