Allan Nyom, el ídolo inesperado
Su rendimiento defensivo y ofensivo lo ha consolidado como intocable pese a que en su llegada le llovieron las críticas. Ha sido nominado por LaLiga a MVP de la jornada.
Todo en Allan Romeo Nyom (Neuilly-sur-Seine, Francia, 33 años) es extremo. Las filias. Las fobias. Pendular fenómeno anímico que ha sacudido Butarque desde su re-fichaje por el Leganés en enero. El comienzo fue oscuro, con un inusitado rechazo frontal a verlo luciendo de nuevo el escudo del laurel fruto de su excitada celebración cuando ya se había pasado al Getafe, en un derbi se disputó sólo un curso después de su periplo por el equipo pepinero.
Aquello provocó incluso un comunicado de la Grada de Animación secundado por la Federación de Peñas en el que se reclamaba que la dirección deportiva frenara la negociación. Que no lo ficharan. Que no era digno de retornar a la Avenida de los Once Leones. El club escuchó, pero no se planteó frenar nada. El retorno de Nyom era asunto prioritario. Su rendimiento apenas se enfundó de nuevo la blanquiazul ha dado la razón a aquellos que se empecinaron en traerlo.
Liderazgo en defensa
Indiscutible para Mehdi Nafti, entrenador del Leganés, desde su debut ante el Alcorcón, sólo tres días después de ficharlo, Nyom ha contribuido a blindar la defensa. El tema es relevante porque, después de la goleada en Burgos, el cuerpo técnico blanquiazul se planteó darle un giro al equipo y empezar a hormigonar más al bloque. Objetivo cumplido. Ahora al equipo le rematan un 20% menos entre palos en los últimos seis duelos ligueros con respecto a la media de la temporada. También ha recibido sólo tres goles. Mucha culpa de estos guarismos la tiene Nyom.
“No me sorprende (…) Nyom sabéis que jugador es. Nos da energía. Nos da mucha personalidad”, comenta el propio Nafti con frecuencia mientras observa complacido como nadie cuestiona ya no su presencia en la plantilla, sino incluso una titularidad revitalizante para el Leganés no sólo en defensa, sino también en ataque, donde su liderazgo, polivalencia (ejerce de lateral y central) e ímpetu también se han dejado notar. Y de qué manera.
Buen rendimiento ofensivo
Pese a que la fama que lo precede es de tratarse de un jugador torpe, sin mucha proyección ofensiva, sino más bien todo lo contrario, lo cierto es que en las últimas jornadas ha demostrado todo lo contrario. Ante el Girona, por ejemplo, asistió a Qasmi en 1-1. Lo hizo en una jugada que parece sencilla, pero que esconde detalles de su calidad. El camerunés (posee la doble nacionalidad y ha sido internacional por el país africano) amagó con una bicicleta para colocársela en la pierna zurda, donde la defensa le había dejado espacio sabedores de que suele salir por el costado diestro. Y con ese mismo pie izquierdo la metió con rosca de fuera hacia adentro al interior del área, donde Qasmi cazó rápido el remate.
Ante el Mirandés también derrochó desborde. Marcó el 1-0 (curioso su único gol en su primera etapa había sido al Getafe) y provocó el penalti del 2-0 cuando intentó poner un centro pegado a la línea de cal que interceptó con la mano un defensa jabato. Una actuación brillante que le ha permitido colarse entre los candidatos de LaLiga a MVP de la jornada con una avalancha de votos pepineros, aficionados que ya le ovacionan como un nuevo ídolo inesperado del Leganés.