Tuchel hace saltar las alarmas: "Hay incertidumbre, ojalá siga aquí..."

Están siendo días intensos en Stamford Bridge. Cuando se anunciaron posibles sanciones a oligarcas rusos con intereses en el Reino Unido, Roman Abramovich se apresuró a poner al Chelsea en venta. Apremia el tiempo, pero todavía no hay comprador confirmado. En mitad de todo ello, el cuadro de Thomas Tuchel perdió por penaltis en la final de la Copa de la Liga, superó al Luton Town en la FA Cup con apuros, y prepara su próximo compromiso liguero, el de este fin de semana frente al Burnley.

“El día después de jugar contra el Luton Town, Petr Cech nos puso al día. Habló para toda la gente que trabaja en el edificio, jugadores incluidos, y explicó la situación”, argumentó el entrenador alemán en la rueda de prensa del viernes. “No hubo mucho que no supiésemos ya, tenemos que vivir en estas circunstancias. No tiene mucho sentido preocuparnos porque no tenemos influencia alguna”.

A Thomas Tuchel también le preguntaron sobre su propio futuro, pues la llegada de un nuevo propietario supondrá un cambio en el organigrama del club. Y posiblemente un nuevo entrenador. El técnico restó importancia a este hecho, sugiriendo que está acostumbrado a trabajar bajo presión. La de los resultados. “El Chelsea, desde mi punto de vista, es un sitio perfecto y me encanta estar aquí. Ojalá continúe. Hay incertidumbre, pero siempre la hay cuando eres entrenador de fútbol. Soy positivo y espero que todo termine bien”.

Cae, parece, el imperio de Roman Abramovich en Londres. Una era de casi 20 años en la que el Chelsea lo ha ganado todo. El mes pasado, en los Emiratos Árabes Unidos, César Azpilicueta levantó la copa que acredita a los de Stamford Bridge como campeones del mundo. El único título que faltaba en la colección. “Estamos muy felices por haber podido ganarlo para él. Cerramos un ciclo con él y con su esfuerzo, pasión y compromiso con el club. Fue un buen momento”.