Qué manera de volver, Gabriel

Gabriel Paulista había tenido tiempo para su desgracia para pensar cómo sería su vuelta. 119 días llevaba de baja. Pues ni en sus mejores sueños imaginaría regresar como lo hizo. ¡Qué manera de volver! ¡Qué golazo el suyo! Hacía solo tres minutos que se había acabado su pesadilla, el central recogió un rechace y golpeó el balón desde 29,7 metros. Lo clavó por la mismísima escuadra de Sergio Rico. Pero tal cual, por la mismísima escuadra. Según la Liga, la probabilidad de que su disparo acabase en gol era de 2,7%. Y mucho porcentaje me parece.

El Valencia sumó gracias a ese gol un bálsamo de victoria. Los de Bordalás rompen una racha de siete jornadas sin ganar, donde habían sumado solo 2 puntos de 21. Los blanquinegros logran la primera victoria en Liga de 2022 y con 33 puntos se pueden centrar con alegría en la semifinal de Copa del próximo miércoles. El Mallorca, que seguramente mereció llevarse al menos un punto, trunca la inercia positiva que llevaba en casa, donde había ganado al Cádiz y al Athletic, dejando a expensas de tercer su colchón con el descenso.

El golazo de Paulista pilló a Son Moix homenajeando a Galarreta. Así que cuando el Mallorca quiso ponerse a jugar, lo hacía ya por debajo en el marcador y ante una defensa de tres centrales, el recurso que utilizó Bordalás para cortar la sangría de goles encajados. El Valencia dejó por sexta vez en Liga su portería a cero, aunque esta vez sin transmitir seguridad.

Take Kubo se erigió como el despertador bermellón. Lo fue en la medida que le dejaron, porque los blanquinegros le frenaron como cualquiera apaga la alarma de buen a mañana, a golpes. El japonés fue carne de diez faltas. Por tres de ellas vieron tarjeta Bryan Gil, Alderete e Ilaix. Hasta cinco enseñó Figueroa Vázquez solo en la primera mitad, diez en total y tres rojas (dos de ellas la vieron inquilinos del banquillo local).

El Mallorca vivía del talento de Take, también de la presencia de Muriqi, un sello diferencial desde que llegó en enero. El kosovar fue el que más cerca estuvo de superar a Mamardashvili, que repelió bien con el pie. El gol lo tuvieron cerca Muriqi y por dos veces Jaume Costa.

Salva Sevilla y Antonio Sánchez tenían el control de la medular y desde el gol hasta el final se jugó más, mucho más, en el campo del Valencia. De ahí que el Mallorca sacara 14 córners y el Valencia solo uno. Los de Bordalás ni tenían salida clara ni tampoco atado en corto al rival. Solo se liberaban cuando Bryan Gil hacía alguna diablura. Sin embargo, aunque llegaran a cuentagotas, hay que decir que sus ocasiones fueron más claras: dos remates de Soler, otro blando de Foulquier y, el más envenenado de todos, uno de cabeza de Ilaix.

Pero el Valencia nunca dio sensación de tener nada baja control, así que el Mallorca creyó en el empate hasta el final. Luis García, expulsado por pedir en varias ocasiones la segunda amarilla para Diakhaby, sacó artillería con Amath, Kang-in Lee y Abdón. El Mallorca ladraba pero no mordía.

Bordalás mientras acumulaba a cada cambio más gente atrás: Ilaix, Guillamón, Cömert... La expulsión de Ilaix, que llegó en el minuto 92, solo hizo que darle más tensión al partido y a la grada. El partido acabó caliente. En verdad lo fue desde el pitido inicial. Pero el Valencia aguantó el tipo, sin cometer ninguno de esos errores de bulto que tanto le han lastrado últimamente, y eso le valió llevarse la victoria. La tarde acabó con tangana. Era de esperar.