La Real Sociedad se conjura para la batalla contra el Leipzig
En el club donostiarra son moderadamente optimistas con la recuperación de Isak y Merino, aunque saben que es complicado. Januzaj tampoco está del todo descartado.
La Real Sociedad se conjura para prepararse lo mejor posible para la gran batalla contra el Leipzig. Los donostiarras tienen la eliminatoria donde pretendían y soñaban antes de empezar a jugarla. Querían salir vivos de Alemania y traerla a Donostia para rematarla en el Reale Arena, y en esa tesitura están. Todo iba según lo previsto, pero no contaban con el tremendo golpe recibido en el derbi vasco, un 4-0 que le endosó el Athletic que ha hecho aflorar las dudas en el proyecto, en el estado de forma de la plantilla y en su capacidad para hacer frente al subcampeón de la Bundesliga la pasada temporada. Y ahora se trata de quitarse esas malas sensaciones para volverse a centrar en sus verdaderas posibilidades de clasificarse para octavos de final, algo que seria histórico, porque nunca han llegado tan lejos en la Europa League.
En el club quieren generar el mejor ambiente posible para que la afición entienda que su papel va a ser fundamental para superar al Leipzig. Y quieren rodear la previa y el propio partido de diferentes actividades que permitan convertir el Reale Arena en una olla presión que intimide aunque sea un poco al equipo alemán, acostumbrado a jugar en escenarios hostiles. La idea es que se logre un espíritu parecido al del día del Mirandés, cuando se vivió el recibimiento más multitudinario al autobús de la Real de la historia de Anoeta. Y mientras tanto, Imanol Alguacil trata de recuperar ánimos y físicamente a una plantilla tocada.
Les ha dado un poco de aire en las últimas horas, haciendo que se evadieran un poco de la realidad en la que están inmersos con tanta presión desde la semana pasada. Quieren mentalizar bien a los jugadores, pero también restarle trascendencia a la cita, entendiendo que se trata de un momento para disfrutar porque la Real no suele estar en estas lides en Europa. Aunque bien sabe Imanol que una eliminación a manos del Leipzig, después de la bochornosa derrota en el derbi vasco, puede abrir una crisis en el club difícil de cerrar en lo que resta de temporada. Pero el pase está en su mano, tras el meritorio empate 2-2 en Alemania. Eso sí, la línea entre el éxito y el fracaso es muy delgada en este caso.
El cuerpo técnico realista vive las últimas horas pendientes de la enfermería, para saber si finalmente puede contar o no con tres jugadores lesionados que son fundamentales: Isak, Merino y Januzaj. En el club se guarda con un prudente optimismo que los tres puedan llegar en condiciones de entrar en la convocatoria contra el Leipzig. Incluso el belga puede tener alguna remota posibilidad de recuperarse. Desde luego, si hay un partido en el que se tiene que forzar, parece el de este jueves. A Isak se le reservó en San Mamés, y se espera que eso sirva para que termine de recuperarse para la cita contra el Leipzig. Y con Merino, aunque hay que tener mucho cuidado con su evolución al ser un golpe en la cabeza, los médicos esperan que pueda estar en condiciones de jugar.
El navarro se encuentra en su domicilio en buenas condiciones, está mejor, evoluciona bien y su intención es apurar todas las opciones de jugar. Hasta el día del encuentro no se sabrá si llega o no. Este miércoles es clave al ser el último entrenamiento, para ver si participa o no. Pero puede que en esta ocasión Imanol no de la convocatoria hasta el día del partido para guardar sus armas, y para esperar todo lo posible a que sus estrellas puedan recuperarse. La ocasión merece cualquier esfuerzo. Es un momento cumbre de la temporada. La Real se conjura para ganar al todopoderoso Leipzig.