Asensio no se quiere mover
El Madrid emplaza al jugador a una reunión a final de temporada para tratar su renovación. El balear sigue confiando en poder triunfar de blanco.
La situación contractual de Marco Asensio (26 años) es uno de los principales temas que el Real Madrid tiene sobre la mesa para este verano, junto con las renovaciones de Militao y Vinicius, dos titulares con contratos claramente por debajo de sus prestaciones. El balear termina contrato en 2023 y si no prolonga su relación con la entidad este verano tendrá la opción de marcharse libre el siguiente, una práctica cada vez más habitual en el fútbol de hoy (Mbappé). Pero esto no es algo que entre dentro de sus cálculos. El atacante sigue teniendo plena confianza en su capacidad para triunfar en el Real Madrid, incluso ante la casi segura llegada del crack francés del PSG a la plantilla, lo cual pondrá aún más difíciles las cosas a los de arriba.
Asensio ha trabajado muy duro para dejar atrás las malas sensaciones que le dejó la grave lesión de rodilla y poco a poco vuelve a encontrarse en el campo. “Siente que está a un 85%, tiene margen de mejora”, dicen desde su entorno. Sus dos últimos goles, ante Granada y Alavés, han sido vitales para el equipo, y tras un arranque de temporada irregular por un par de lesiones y la COVID, Asensio ya se ha asentado plenamente en el once.
El mallorquín espera paciente esa oferta de renovación que llegará este verano. Sin haber sido fijada una reunión para ello, su entorno ya sabe que el Madrid tiene intención de dar ese paso. La entidad sigue creyendo en este jugador, al que ya ha renovado en más de una ocasión. La primera, al poco de firmar y tras estar cedido una temporada en el Espanyol. Luego, un poco más tarde, antes de esa desafortunada lesión que truncó su progresión, cuando se hablaba de él como Balón de Oro.
La situación que se plantea ahora para Asensio es muy diferente a la que tuvo que vivir el verano pasado. Entonces y según ha podido saber AS, el Real Madrid llegó a plantearle que lo mejor para él era una cesión a un equipo de primer nivel en el que pudiera tener minutos y coger confianza, para dejar atrás así los efectos de una lesión de tanta importancia. “Todos saben que el Madrid no es el mejor sitio para recuperarse”, se llegó a escuchar. Como es evidente, ofertas no faltaron sobre la mesa del mallorquín. Tres equipos de primera línea le proponían, incluso, acomodar el sistema para que jugara en el puesto que a él más de gusta, de 10 o mediapunta. Pero llegó Ancelotti y el italiano paró cualquier movimiento. Lo quería en la plantilla, sí o sí... Ahora se demuestra por qué.
La intención del Real Madrid es clara. Estratégicamente está obligado a renovar al jugador, incluso aunque posteriormente se pudiera plantear una venta. De otro modo, si no renueva, estará en una posición de inferioridad para venderlo (pues Asensio podría irse gratis poco después) o incluso corre el riesgo de no rentabilizar a un jugador que fue un negocio redondo, ya que se pagaron sólo por el 4 millones al Mallorca por él.
De cualquier manera, en el Real Madrid se sigue teniendo una fe ciega en sus posibilidades. Es uno de los jugadores fetiche del presidente, Florentino, y se cuenta con él para ese futuro equipo brillante en el que estarán Mbappé y puede que Haaland.