"Vamos a olvidarnos... Kane nunca fue una opción"

Harry Kane volvió a aparecer, y lo hizo cuando su equipo más lo necesitaba. Su partido en el Etihad Stadium, con dos goles y una -medio- asistencia, rescató al Tottenham en la plaza más difícil de Inglaterra. Al duelo le sobró minutos de suspense, y Kane tuvo que esperar hasta el 97 para tumbar al Manchester City, al mismo tiempo que Antonio Conte corría eufórico por la banda. Era el fin a la peor racha que se recuerda de los Spurs.

El delantero de 28 años sonreía a la cámara después de la victoria. Y no era para menos. Su despliegue técnico fue tremendamente valorado por todas las leyendas del fútbol inglés. Uno de los más efusivos, Alan Shearer, histórico goleador del Newcastle, definió el partido de Kane como "una masterclass de delantero centro".

Sin embargo, el trabajo de Kane se extendió a muchas de las parcelas del campo. El punta se descolgó con frecuencia para dar una salida a su equipo, y con gran acierto, lanzar en carrera a sus compañeros. Muchos le conocen por su apetito goleador, pero su visión del juego es telescópica. Por eso, Jamie Carragher lo definió así. "¡Fútbol, maldita sea! Harry Kane acaba de hacer una de las mejores actuaciones que he visto esta temporada".

En la línea de Carragher se colocaron Gary Neville y Gary Lineker, que calificaron el partido del delantero de los Spurs como "brillante". Todas las voces autorizadas del fútbol británico se rindieron ante Kane, pero el que más lo sintió fue Pep Guardiola, quien no consiguió su fichaje tras cuatro intentos en verano, y que, aún por encima, acabaría cayendo derrotado con dos tantos del killer.

Pero el técnico del Manchester City sólo quiere pasar página. "Vamos a olvidarnos porque Kane nunca fue una opción", rezongó Guardiola tras la victoria capital de los Spurs. Eso sí, el entrenador se rindió a la evidencia: "Hoy no hace falta demostrar su calidad y sus goles, todo Reino Unido sabe eso".

Klopp, el gran beneficiado

Dicen que la alegría va por barrios, y si no que se lo digan a Jurgen Klopp. El entrenador del Liverpool, esbozando su mítica sonrisa y ataviado con su gorra -casi igual de mítica-, ha escalado con paso firme en la clasificación. La victoria del Tottenham le deja seis puntos por debajo en la clasificación del Manchester City, que ha jugado un encuentro más.

Si los reds vencen en el duelo que tienen pendiente, se pondrán a tres puntos del equipo de Guardiola, que les definió como "un dolor en el culo". Al margen de metáfora, que roza lo escatólogico, la realidad es que la Premier League es cosa de dos: City y Liverpool se disputarán la mejor liga del mundo en las próximas doce jornadas.