Florentino y Al-Khelaïfi se vuelven a ver las caras

La comida entre las directivas de PSG y Real Madrid con motivo del partido de ida de octavos de final de la Champions League finalmente tuvo lugar este martes en el restaurante PavYllon, en el inicio de los Campos Elíseos, junto al Jardín de las Tullerías. Fue el reencuentro de Florentino Pérez, presidente blanco, con Nasser Al-Khelaïfi, máximo dirigente del PSG. Originalmente el encuentro iba a ser una cena en la noche del lunes en el restaurante Guyana Savoy, nombrado mejor restaurante del mundo en 2020, pero el PSG prefirió modificar la hora y el lugar sin aportar motivo alguno al Real Madrid. El nuevo emplazamiento, en cualquier caso, es de lujo: el menú degustación cuesta 248 euros.

La llegada de los directivos, eso sí, tuvo suspense. El primero en llegar fue Leonardo, a las 12:45 horas; después llegó el turno que Al-Khelaïfi, a las 12:58 horas, y después aparecieron la mayor parte de directivos del Madrid, capitaneados por José Ángel Sánchez, director general del club, y Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales. El último en aparecer fue Florentino Pérez, el presidente blanco, que se retrasó hasta las 13:25 horas. El retraso al parecer estaba en parte programado y fue mayor por el tráfico.

El encuentro venía cargado de tensión debido a los eventos del pasado verano, en los que el Real Madrid intentó firmar a Mbappé, cuando solo le quedaba un año de contrato, llegando a ofrecer 160 millones de euros en un inicio y hasta 200 cuando quedaban unas horas para el cierre del mercado. El PSG fue intransigente y se negó a transferir al futbolista francés, que se marchará libre el próximo 30 de junio, salvo que decida sorprendentemente renovar su contrato, cosa que de momento no ha sucedido.

Tras los eventos del pasado verano, el PSG comenzó una serie de ataques hacia el Real Madrid sobre todo por boca de Leonardo, su director deportivo acusando al Madrid de contactar al jugador cuando no tenía derecho para ello. En el Madrid se prefirió no responder a esos ataques y en el encuentro de París de este martes la postura sigue siendo la misma: coser las heridas que toda la situación de Mbappé haya podido dejar, pues la intención del Real Madrid es sacar adelante la Superliga europea en un futuro no muy lejano y sabe que, para ello, necesita al PSG.