El Parque de los Príncipes
Mbappé, 21 goles este curso, y Vinicius, 41 regates en esta Champions League, en un duelo con apariencia de final. Benzema, duda hasta último momento en un partido muy importante.
Cuando fue fundado el PSG, en 1970, el Madrid había ganado ya seis Copas de Europa, una Intercontinental, catorce ligas y once copas. Nadie representa mejor la esencia del gran fútbol frente al neofútbol, sostenido con un dinero ajeno a la industria o que aportan directamente estados necesitados de proyección internacional. El PSG es la bandera ese nuevo orden que se avecina pero que aún no ha llegado.
El PSG fue adquirido en 2011 por el emir de Qatar, Tamim Bin Hamad Al Thani, y pasó a ser un ministerio de exteriores en la sombra del país, el de mayor renta per cápita del mundo. París era el escaparate perfecto: la ciudad con más encanto del mundo y, a la vez, la única gran capital de Europa, junto a Roma, que jamás había ganado una Copa de Europa. Desde entonces, el club ha gastado 1.350 millones en fichajes, ha disfrutado de los mejores entrenadores del mundo (Ancelotti, Blanc, Emery, Tuchel y Pochettino), de los futbolistas más determinantes (Neymar, Messi, Mbappé) y de la manga ancha de la UEFA con sus regates al fair play financiero sin conseguir la copa "más linda y deseada". En ese periodo el Madrid sumó cuatro.
En cierto modo, la eliminatoria que hoy se inicia en el Parque de los Príncipes viene a ser eso, el pulso entre un fútbol centenario, con una expansión natural, y otro que ha traído más lujo que encanto. Y en el centro de la escena, Mbappé, quizá ya el mejor futbolista del mundo, a punto de circular en dirección contraria a la tendencia general. El Madrid no le pagará tanto como le ha ofrecido sin éxito el PSG, pero ha sabido venderle su leyenda.
En vilo por dos estrellas
El duelo viene marcado por la incertidumbre sobre dos futbolistas: Benzema y Neymar. Pierde más el Madrid si no juega el francés. El futbolista y Ancelotti decidirán muy al final si deciden arriesgar, y si lo hacen, durante cuánto tiempo. Benzema sufrió una lesión muscular el 23 de enero y no se entrenó con sus compañeros hasta ayer. En tiempos de Cristiano y el mejor Bale ni se hubiera planteado su alineación, pero ahora es medio Madrid: 24 goles, nueve asistencias y un liderazgo indiscutible en la plantilla. Ayer compareció ante la Prensa, un hecho que sonó a declaración de intenciones, pero se guardó la decisión final. En partidos así, la información es un arma.
En la otra orilla está Neymar . Metió 28 goles en su primer año y su curva ha sido descendente (23-19-17-3). Cumplidos ya los 30 años, su candidatura a un Balón de Oro parece ya pasada de fecha. No juega desde noviembre por un fuerte esguince de tobillo y su primer entrenamiento con el grupo fue el pasado jueves. En su alineación hay más riesgo de equivocación que de recaída. Si Pochettino se decide, el Madrid se enfrentaría al ataque más lujoso en una década, Neymar-Messi-Mbappé, que solo ha jugado de inicio nueve veces. Y con ellos llegaron dos de las cuatro derrotas del curso. En realidad, solo Mbappé, 21 goles ya, está a su nivel. Messi, que sufrió problemas físicos y pasó el coronavirus, solo ha hecho siete. En el Barça firmó más de 40 diez veces, aunque se quedó en 31 y 38 las dos últimas. Al Madrid no le marca un gol desde mayo de 2018. Con 34 años quizá esté ante su última oportunidad de volver a ganar una Champions y eso, en un jugador de su tamaño, le convierte en especialmente peligroso.
Vinicius contra Achraf
El tridente, en cualquier caso, tiene también su lado oscuro. No son futbolistas útiles cuando su equipo no tiene la pelota y por ahí puede sacar provecho el Madrid. Por ahí y por la banda izquierda, donde Vinicius, el otro príncipe del Parque de los Príncipes, se encontrará con Achraf, un extremo disfrazado de lateral que deja a menudo la puerta abierta. En enero se perdió cuatro partidos por su presencia en la Copa de África. El PSG es un equipo de violinistas, el que suma más regates en la competición (100), pero solo Vinicius se ha apuntado 41. El viernes, ante el Rennes, al que ganó en el descuento, sólo se guardó tres titulares: Nuno Mendes, Danilo Pereira y Di María. Los tres estarán hoy si finalmente no juega Neymar.
Ancelotti, a expensas de Benzema (Bale volvería a ser su sustituto), llega al partido con su equipo de gala (Asensio parece fijo en la última plaza que quedaba por asignar) y mejores registros que el PSG en esta Champions. En remates casi dobla al equipo francés, aunque solo le ha dado para hacer un gol más. Llama la atención que sea el equipo que más tantos haya logrado desde fuera del área (cinco) y que no haya anotado uno solo de cabeza. Además, Ancelotti recupera a Mendy, jugador crucial para atar a Mbappé o Di María. Quien faltará será Ramos, que un día fue bandera del Madrid y hoy sufre un calvario de lesiones en París. El morbo se aplaza hasta la vuelta.