Achraf y su cuenta pendiente
El lateral se enfrenta a ‘su’ Madrid tras su dubitativa actuación con el Inter el curso pasado. La Copa de África debe servirle de trampolín con el PSG.
Hablar de Real Madrid y PSG es llevar la mente, irrevocablemente, a Kylian Mbappé. En cuanto los focos del Parque de los Príncipes se enciendan este martes (21:00 horas), todas las miradas irán a parar al bondybois. O quizá no. Porque semejante choque está lleno de intrahistorias, cuentas pendientes y revanchas. Di María, Keylor y su pasado blanco, Neymar y su coqueteo cuando era niño…, pero hay otro futbolista, también en el conjunto parisino, al que seguro muchos esperaban que en estos momentos estuviera luciendo la elástica contraria: Achraf Hakimi.
El hispanomarroquí era una de las joyas de la corona de La Fábrica. Lateral irreverente, de recorrido interminable, Zidane le dio la alternativa allá por la 2017-18. Achraf era un adolescente de 18 años que haría las veces de alternativa al jugador al que estaba llamado a reemplazar, Dani Carvajal. 17 partidos entre todas las competiciones, flashes como sus goles a Sevilla y Celta en dos rotundas goleadas en febrero y marzo de 2018 (5-0 y 6-0), y alguna duda. Potencial indómito, se optaba por la senda que tan bien le fue al leganense. Cesión a la Bundesliga como trampolín a la élite. Si Carvajal fue al Leverkusen, Achraf se marchaba a Dortmund.
Préstamo por dos temporadas en las que pulía aristas a la misma velocidad que subía la banda. El fútbol vertical que aparece como marca registrada en Alemania, se potencia en el Signal Iduna Park y benefició su estilo. En la segunda campaña, de hecho, fue más habitual, protegido por tres centrales, verle percutir como carrilero con alma de extremo. Sus números lo notaron. Si en 2018-19 fueron tres goles y siete asistencias, en la siguiente explotó: nueve tantos y diez pases definitivos a sus compañeros. Ya instalado en la élite, hubo pelea por hacerse con sus servicios, pero parecía el momento de volver a Madrid.
No pudo ser. Empiezan las cuentas pendientes. Con Carvajal aún como inamovible titular, desde el Paseo de la Castellana se optó por hacer caja con uno de los sus mejores valores. En Milán sonrieron y el Inter pagó gustoso 40 millones de euros para hacerse con nuestro protagonista. Antonio Conte, maestro de potenciar carrileros, le esperaba. Y siguió la progresión. Clave para la consecución del Scudetto junto a Lukaku y Lautaro con sus siete goles y diez asistencias, números que hacen justicia a su mentalidad ofensiva. Esta le jugó alguna mala pasada cuando su etapa en el Meazza amanecía.
El reencuentro
Conte llegó a sentarle en algún encuentro como toque de atención y justo en esa época llegó su primera oportunidad de enfrentarse a ‘su’ Real Madrid. 3 de noviembre de 2020. Santiago Bernabéu. Ese estadio en el que soñó triunfar, como reconoció a este periódico cuando aún jugaba en el Borussia Dortmund: "No te voy a mentir, claro que me gustaría triunfar allí. He crecido en el Madrid, es mi casa y ahí me gustaría crecer".
Oportunidad para demostrar como error su salida, salió en la foto de la derrota neroazurra. Una cesión envenenada a Handanovic la cazó Benzema, avispado como de costumbre, para hacer el primer tanto del choque. Se jugó a lo que quiso el Inter ese día, pero ganó el Madrid (3-2). Quién sabe qué hubiera ocurrido sin ese traspié inicial… En el choque de vuelta, el 25 de noviembre, nueva victoria blanca, esta vez en el Giuseppe Meazza (0-2). Segunda ocasión de revancha que se iba al limbo.
Un fichaje galáctico
Eliminados de la Champions, el Inter creció en la Serie A y Achraf con el equipo. Casi todo luces que acabaron con el título final y la sombra, a final de temporada. La delicada situación económica del Inter le puso en el mercado y el PSG no desaprovechó la oportunidad. 66.5 millones de euros. Fichaje galáctico dentro del verano titánico que agitó los cimientos del continente. Messi, Ramos, Donnarumma, Wijnaldum…, pero el que comenzó brillando fue Hakimi. Sin embargo, la endeblez defensiva del equipo empezó a hacer mella en su rendimiento, llegando a quejarse en privado de la falta de empaque de la retaguardia.
Así se marchó a la Copa de África, donde ha vuelto a demostrar por qué es, junto a Alphonso Davies, el lateral más valioso del planeta (70 millones de euros para Transfermarkt). Miembro del mejor XI del torneo, demostró que, si hay un tiro libre ante el Madrid, no le temblará la bota para tirarlo. Ya de vuelta, tendrá una nueva ocasión de saldar su cuenta pendiente. Ahora sí tendría hueco en un Madrid donde Lucas se ha convertido en improvisado lateral más tardes de las esperadas. Sin embargo, en el fútbol, el timing lo es todo y el puzle nunca encajó. Mientras unos ansían el 'no hay dos sin tres', Achraf buscará que la tercera sea, al fin, la vencida...