Jovic tiene dos 'match ball'
La baja de Benzema otorga al delantero serbio dos partidos por delante para demostrar que es un jugador en el que se puede creer para el futuro.
De repente, sin esperarlo, el melón de las nuevas oportunidades se le abre a Luka Jovic. La baja por lesión de Karim Benzema le ofrece la ocasión de ser titular en San Mamés ante el Athletic y seguramente en Liga ante el Granada (domingo 6, 21:00 horas) en el Santiago Bernabéu. Seguramente tenga a Asensio por la derecha y a Vinicius para formar el tridente ofensivo que intente clasificar al Real Madrid para las semifinales de la Copa. El serbio vuelve al norte: esta campaña tuvo que suplir a Benzema en San Sebastián y su rendimiento no pudo ser más espectacular: una asistencia a Vinicius, donde casi copió la parada del tiempo de Butragueño para sujetar el balón y devolvérselo al brasileño, y el gol del triunfo madridista, tirándose en plancha buscando la pelota. Remiro no pudo detener el cabezazo.
La suerte parece acompañar al delantero serbio. En el pasado mercado veraniego, varios equipos preguntaron por sus servicios, pero el Madrid decidió no escuchar ninguna pretensión. El jugador tampoco: Ancelotti quería verle con detenimiento en su trabajo diario, confiado en poder devolver al jugador a su mejor versión, la que hizo que el Madrid pagara 60 millones de euros por él después de una temporada estratosférica en el Eintracht en la que marcó 27 goles en 48 partidos. Por entonces, equipos ingleses como el West Ham se interesaron por él en verano; el Inter también estudió su fichaje, pero ese gol ante la Real Sociedad empezó a cambiar el sino del delantero serbio. Días después realizó un par de gestos en el último encuentro de la liguilla ante el Inter en Champions que denotaron un cambio en su juego: tuvo dos oportunidades, una la tiró con clase por encima de Handanovic, meta interista, que salió rozando el larguero y la otra, en la segunda parte, fue un tiro escorado que se estrelló en la red.
Tras estar a punto de no poder acudir a la Supercopa de España al sufrir COVID, decidió no escuchar ofertas del exterior. Poco a poco ha ido entrando en dinámica positiva. Quizá le falte algo de continuidad, algo que puede resolver en estos partidos de esta semana. Jovic sabe que está ante su ¿penúltima? oportunidad de ganarse un puesto en la plantilla madridista. Tiene cinco meses por delante para demostrar que tiene hueco pese a los rumores de las llegadas de Mbappé y Haaland. El verano se presenta movido en las oficinas blancas con salidas (Bale, Isco, Marcelo, Mariano, quizá Hazard aunque Ancelotti dijese que entra en los planes del año que viene), y tiene tiempo por delante para empezar a cambiar su giro. Es consciente de que tiene que aprovechar estas dos vidas extras que se le han presentado ahora y en dos partidos clave para el devenir del Madrid tanto en Copa como en Liga.
Pero para empezar debe entonarse: en su último encuentro jugado, ante el Elche, el pasado 23 de enero, se fue sin rematar ni una sola vez a puerta, algo que ha hecho en nueve de los 15 partidos que ha disputado este curso. Ya en el Martínez Valero ante el Elche, en Copa, estuvo 79 minutos sobre el campo sin disparar a puerta. Al Madrid le costó aquel día generar en ataque, pero en el Bernabéu acumuló hasta 16 remates, ocho de ellos a puerta, y ninguno de ellos fue del serbio, que apenas lleva nueve tiros, cuatro de ellos a puerta (un gol, eso sí, que le dio la victoria a los blancos), en 434 minutos de esta temporada. Ante el Athletic, en un clima hostil, y con el pase a semifinales de la Copa se espera lo mejor de Jovic. Tiene dos balas extra para remontar. La primera es de todo o nada…