Quiles ante el renacido Zamora
El Depor busca en el Ruta de la Plata su quinta victoria consecutiva. El Zamora de Yago Iglesias, fuera del descenso y en racha: tres triunfos seguidos.
Zamora y Deportivo abren este miércoles (20:00 horas) la segunda vuelta con una sonrisa de oreja a oreja. La de los locales, porque después de mucho tiempo el equipo está fuera de los puestos de descenso tras firmar la mejor racha de toda la temporada al encadenar tres victorias consecutivas. La de los visitantes, porque son líderes en solitario, tienen un colchón de seis puntos sobre el segundo clasificado, llevan doce jornadas sin perder y suman cuatro triunfos seguidos. Cruce de buenos momentos en un Ruta de la Plata que no trae buenos recuerdos a los coruñeses. La pasada temporada, también en enero, cayeron derrotados (1-0) en duelo que le acabó costando el puesto en el banquillo a Fernando Vázquez.
Otro entrenador, Yago Iglesias, es también protagonista del partido. El técnico gallego, que opositó al banquillo blanquiazul este verano, amargó al Depor la pasada campaña con el Compostela. 0-0 en San Lázaro y un 0-2 en Riazor, con baño incluido, que estropeó el debut de Rubén de la Barrera ante su parroquia. Claro que tampoco marchan mal las cosas en el banquillo de enfrente, en el que Borja Jiménez ha caído de pie. El preparador abulense, doce partidos sin perder, ha superado la racha de Oltra e igualará la de Natxo González si no cae esta noche. Todo, unido al reto personal de encadenar cinco victorias, algo que no ha logrado en su carrera tras quedarse cinco veces a las puertas.
Las armas de Borja para conquistar el Ruta de la Plata presentarán novedades. La primera, suplir la baja del sancionado Miku. El venezolano, pichichi blanquiazul, había sido titular en los 19 partidos de liga. Quiles será su relevo para jugar por primera vez como ‘nueve’ con el joven Noel de escudero en la delantera. La entrada en el once de Granero, Trilli y De Vicente serán otras de las rotaciones, y puede que alguna más. Por el contrario, Yago Iglesias optará por mayor continuidad en el once una vez que ha dado con la tecla. Su apuesta, innegociable, será una vez más la posesión e intentar doblegar al rival con el balón por mucho líder intratable que sea.