Papu Gómez toma los mandos

El Sevilla se agarró al Papu Gómez para salvar un punto ante el Celta cuando el encuentro se había puesto muy en contra del cuadro nervionense. El argentino ingresó en la segunda parte y revolucionó el choque hasta protagonizar un gol de altos vuelos para colocar el 1-2 y posteriormente liderar la reacción de los suyos para el 2-2 definitivo. El ex del Atalanta realizó una labor de creación que no había aparecido en el equipo durante el primer tiempo. Hizo daño al Celta por dentro y encontró siempre espacios para sus aliados en ataque. Su tanto, reflejo de su capacidad de pegada una semana después de haber firmado otra diana ante el Betis, despertó al Sánchez-Pizjuán hasta elevar el propio nivel de su equipo ante el Celta.

El papel del Papu Gómez en este Sevilla es creciente. Estuvo presente sobre el césped en los últimos quince partidos que jugó su equipo, siendo una baza de peso en la buena senda del cuadro de Julen Lopetegui en LaLiga. El técnico sabe que el argentino debe tener un peso aún mayor en su dibujo, aunque también encontró su mejor versión de juego cuando pudo ubicarlo en posiciones más centrales y no cerca de la banda. Su polivalencia facilita sus posibilidades, al tiempo que implica una mayor adaptación a cada duelo debido a sus múltiples virtudes.

El Sevilla cruza los dedos para que algunas de sus bajas se recuperen de cara al regreso de la competición. El parón de esta semana entrega algo de aire a un plantel afectado por la plaga de lesiones desde hace numerosas semanas. También el mercado se presenta como una carta casi obligada para Lopetegui, que ya avisó en varias ocasiones de la necesidad de que su plantel se refuerce de cara a lo que resta de curso. De momento, se agarra al mejor Papu Gómez. El que llegó a Nervión para marcar las diferencias.