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¿Es igual el presidente Ronaldo en el Cruzeiro y en el Real Valladolid?

El máximo accionista blanquivioleta se encuentra ahora en Brasil dando los primeros pasos en su nuevo club, donde repite alguna de sus recetas y cambia otras.

Ronaldo Nazário, presidente del Real Valladolid, y máximo accionista del Cruzeiro.
PHOTOGENIC

A finales del año pasado, Ronaldo Nazário sorprendía al mundo al anunciar la adquisión del Cruzeiro, club histórico en Brasil que ahora milita en la Serie B del Brasileirao. Con sus primeras decisiones en el club de Belo Horizonte se observan similitudes y diferencias con la forma de presidir el Real Valladolid, club al que llegó en septiembre de 2018.

Para analizar las actitudes del brasileño entre los dos clubes hay que tener en cuenta que el momento en el que llegó a ambas entidades. Cuando aterrizó en Valladolid, el club pucelano acababa de ascender a Primera División y su situación económica era bastante estable después de que se hubiese ejecutado y reducido la deuda por la aplicación de la ley concursal. No interfirió en las primeros meses en el día a día de la entidad pucelana. Sin embargo, en el club brasileño se ha puesto al frente desde el principio, afrontando una misión muy complicada, ya que tiene que pagar una deuda de 25 millones a pagar en dos años. De hecho, Ronaldo afirmó que "el club está en la UCI". En lo que la situación es parecida es que en los dos clubes se apela a "gastar lo que se genera". Es decir, apoyado en una gestión "eficiente", tanto el club azulón como el blanquivioleta deben sobrevivir de lo que produzcan. No habrá inyección económica del brasileño.

A diferencia de en Valladolid, en Belo Horizonte, el grupo de Ronaldo ha tomado el mando de la gestión. Están realizando una auditoria interna para analizar el estado real del club, por el que han hecho un gasto de 62 millones de euros, pero que no revela razones para el optimismo, por lo que Ronaldo llegó a decir que "la situación es peor de lo que esperaba". En Zorrilla, su grupo también analizó la situación económica del club encontrando alguna "sorpresa" en los cajones.

Además, Ronaldo tuvo que tomar decisiones drásticas en las primeras semanas en Brasil. Cambió la dirección deportiva, el entrenador y renegoció con muchos jugadores una bajada de sueldo, al punto de que ha bajado el presupuesto de la plantilla a un tercio, logrando que jugadores como Sydnei se redujera el sueldo o que el ídolo del club, el portero Fabio, no aceptara la oferta de renovación, por lo que salió del club, con las consecuentes protestas. Sin embargo, en Valladolid dejó trabajar al equipo de Carlos Suárez y Miguel Ángel Gómez y los fue apartando poco a poco. La limpieza la culminó en tres años. Al expresidente le nombró presidente de honor y al año siguiente cesó en este cargo, mientras que al exdirector deportivo esperó a que el equipo descendiera la pasada temporada para despedirlo junto al entrenador, Sergio González. Tanto en los despidos, como en las contrataciones, de los dos clubes estaba presente el amigo personal de Ronaldo, Paulo André. De hecho, empezó como asesor externo en el Pucela y después fue nombrado Director del Área de Estrategia Deportiva, puesto que todavía conserva en la web blanquivioleta, pese a que ahora permanecerá tres meses en el club brasileño en el área deportiva.

Donde se ha implicado más el brasileño es en la campaña de abonados del Cruzeiro, donde pretende sumar 50.000 socios, mientras que en Valladolid apenas se ha usado su imagen en ningún momento para animar a los aficionados a abonarse y, pese a ello, el club pucelano ha llegado a cerrar el cupo, tener lista de espera y este año, en Segunda, cuenta con 18.000. Y tanto en Belo Horizonte, como en Valladolid, el "fenómeno" apunta muy alto. Si con los blanquivioletas puso como objetivo llegar a la Champions, en el club minero pretende volver a "ganar todos los títulos", como ya hizo el club minero. Pero antes deberá volver a la Primera División en ambos países.

Por último, la relación con la Prensa en ambos clubes es, cuanto menos, tensa. Mientras que en Valladolid no le gustaron algunas preguntas sobre el pago de las acciones, una posible venta o las críticas de los aficionados, en la primera rueda de prensa en Belo Horizonte, por vídeoconferencia, se le notó tenso porque desde la primera pregunta le interrogaron por el asunto de Fabio y sobre el futuro pago de las deudas, sin "preguntas-masaje", por lo que sus respuestas fueron cortas y repetitivas. Ahora Ronaldo ya no sólo es el presidente del Real Valladolid, sino también del Cruzeiro y todas las miradas de las dos aficiones estarán pendientes de lo que haga el exfutbolista en los despachos de ambos clubes. Fue un excelente futbolista y ahora debe demostrar que es un buen presidente.